El Madrid gana de memoria

Los blancos se impusieron al Sevilla interpretando el mismo guion de siempre

El gol de Lamela tras el descanso fue solo un borrón imperceptible en el texto blanco

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 3 - 1 Sevilla de la jornada 11 de LaLiga Santander

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 3 - 1 Sevilla de la jornada 11 de LaLiga Santander / LALIGA

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Real Madrid no necesita apuntador porque todos sus futbolistas saben exactamente qué deben hacer en cada momento para acabar el partido con una sonrisa. Carvajal sabe que puede hacer penalti cuando quiera porque es de azúcar, Vinicius sabe que su lateral, en un momento u otro, cometará errores, Modric sabe que el balón no tiene secretos para él y Fede Valverde sabe que todo lo que dispara desde fuera del área acaba en gol. El tanto de Lamela tras el descanso fue solo una anécodota en un partido que los de Ancelotti recitaron de memoria.

Real Madrid - Sevilla
3
1
Alineaciones
REAL MADRID
Courtois, Carvajal (Lucas Vázquez, 77'), Militao, Alaba (Nacho, 86'), Mendy (Rudiger, 77'), Tchouameni (Camavinga, 65'), Modric (Asensio, 77'), Kroos, Valverde, Rodrygo y Vinicius.
SEVILLA
Bono, Jesús Navas (José Carmona, 66'), Montiel, Gudelj, Marcao, Telles, Oliver Torres (Papu Gómez, 70'), Rakitic (Rafa Mir, 76'), Jordan, Lamela e Isco (Delaney, 76').

El Sevilla salió frío como el ambiente al césped del Bernabéu. Sin ninguna referencia en ataque más allá de Isco, el futbolista más adelantado y con libertad para moverse por donde quisiera, el Real Madrid lo tuvo muy fácil en defensa. Sobre todo porque Montiel no supo en ningún momento como frenar a Vinicius, que, sin hacer nada del otro mundo, lo tuvo muy fácil para superar, cada vez que quería, al lateral diestro hispalense.

A los tres minutos llegó el primer regalo del defensor, que cedió el balón amablemente para que el brasileño se plantase solo en el área. Vinicius esperó sin que nadie le apretara a la llegada de Modric. El croata, solo como si estuviera paseando por el Retiro, llegó para, de forma suave, mandar el balón a la red. El Real Madrid no había necesitado hacer nada para adelantarse. El Sevilla se ponía la soga al cuello libremente.

Carvajal es de azúcar

Cuando Sampaoli pidió subir líneas, solo Lamela parecía entender de qué se trataba. Isco iba a lo suyo, un fútbol populista y poco efectivo, mientras Jesús Navas parecía vestir de blanco. Pese a la inoperancia sevillista, sus futbolistas llegaban por inercia y por, casi, obligación, al área de Courtois, que observaba como quien oye llover. Esta vez fue a los ocho minutos cuando Carvajal cometió su tradicional penalti. El lateral, que es de azúcar para el colectivo arbitral como también se vio en el clásico, frenó voluntariamente a Lamela antes de que pudiera rematar un centro de la derecha. El "jueguen, juguen" eterno resonó en el estadio.

La jugada, sin embargo, sirvió para que el Sevilla, por fin, despertara de su siesta y empezara a mover el balón con cierto criterio. Todos menos Montiel, que se jugó la roja con una entrada salvaje a Vinicius. Vio la amarilla, el mismo color que recibió Tchouameni por una entrada similar sobre Lamela, que estaba en todas. Rakitic disparó a la barrera. La respuesta fue de Modric, que se durmió en el área rival antes de ver cómo la defensa evitaba el peligro.

Vinicius tuvo el segundo antes del descanso. Le llegó un balón de esos perdidos y de cara a barraca, pero como es un futbolista barroco, quiso decorar demasiado lo que ya olía a gol para perder incomprensiblemente el balón por fuera de puerta. El brasileño vive una guerra constante entre su yo prescindible y su yo más práctico (y funcional para su equipo). Lo cierto es que el Sevilla, con el paso de los minutos, fue igualando el partido. Con todo el segundo tiempo por delante...

Lamela hace justicia

Los blancos pensaron, tras salir del vestuario, que estaba todo hecho. Y es lo que parecía porque el Real Madrid controlaba el resultado con un pragmatismo inconsciente, casi aburrido. Pero la realidad es que el Sevilla esperaba su momento. Y llegó con el mismo protagonista que había habilitado a Vinicius en el 1-0. Montiel, esta vez, robó el balón limpio en el centro del campo, vio cómo se desmarcaba Lamela y se la puso para que batiera a Courtois con un suave toque con el exterior.

Lamela lo volvió a intentar desde fuera del área en una contra provocada por una pérdida de Tchouameni, al que tanto elogio parece no sentarle bien. Acabó sustituido por Camavinga. Los de Ancelotti intentaron subir un poquito el ritmo, algo que no suponía ningún esfuerzo, y Vinicius, que dudó entre lanzarse una vez más a la piscina o acabar la jugada, hizo lo segundo. Mala decisión porque definió fatal.

Todo lo contrario que en la contra enlazada por Rodrygo, Fede Valverde y Marco Asensio que acabó en las botas de Vini antes de ver cómo Lucas Vázquez llegaba solo por la derecha. Gol a puerta vacía. El tercero fue de Fede Valverde, que agarró un balón en la frontal y la volvió a enchufar. El uruguayo todo lo que toca lo convierte en gol. El Sevilla dijo "hasta aquí hemos llegado" y "adiós muy buenas, hasta otro ratito".