Casemiro rescata a un United crecido sin Cristiano

El brasileño puso la justicia en el marcador en la última jugada del partido

Los 'red devils' mostraron su mejor cara y tuvieron el duelo en su mano, pero erraron demasiadas ocasiones

Casemiro, ante el Chelsea

Casemiro, ante el Chelsea / AFP

Albert Gracia

Albert Gracia

A Ten Hag le queda trabajo por delante, pero ya tiene una base, que no es poco. En el primer partido sin Cristiano Ronaldo, los 'red devils' demostraron que tienen una hoja de ruta, que quieren dominar los partidos, que pueden ser seguros atrás y que tienen jugadores de sobras para crear ocasiones.

Chelsea - United

Premier League

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Alineaciones
Chelsea
Kepa; Chalobah, Thiago Silva, Cucurella; Azpilicueta, Jorginho, Loftus-Cheek (Chukwuemeka, 79'), Cucurella (Kovacic, 36'); Sterling (Broja, 79'), Aubameyang (Pulisic, 74') y Mount.
Manchester United
De Gea; Dalot, Varane (Lindelöf, 60'), Lisandro Martínez, Shaw; Eriksen (Elanga, 80'), Casemiro; Antony, Bruno Fernandes, Sancho (Fred, 52'); Rashford (McTominay, 80').

Ante el Chelsea tuvieron el partido en su mano, pero solo la diosa puntería privó a los mancunianos de llevarse un botín mayor en Stamford Bridge. Al final, salvaron un punto sobre la bocina con un testarazo de Casemiro que la tecnología validó. Antes Jorginho parecía 'matar' al cuadro 'red devil' transformando un 'penaltito'. El United mereció más, pero ya tiene por donde empezar. Y sin Cristiano.

Un inicio teñido de 'red devil'

El United se quedó el juego y las ocasiones en una primera media hora de partido que Ten Hag hubiera firmado de antemano. Un serio equipo en un escenario temible. Salió el United con la convicción de que tocaba dominar y así lo hizo, ante un Chelsea tocado que no conectó hasta que Graham Potter movió la pizarra antes de llegar al descanso: Cucurella dejaba su sitio para que Kovacic fortaleciera un centro del campo completamente perdido.

Sin las llaves de la sala de máquinas e incómodo en el contragolpe, el conjunto 'blue' fue a merced de un United que coleccionó y coleccionó ocasiones. ¿Con Cristiano hubieran entrado? Quién sabe. Bruno Fernandes movió los hilos desde la mediapunta y con él a los mandos el cuadro 'red devil' las tuvo de todos los colores.

Rashford y Antony, activo como pocos, tuvieron las dos más claras de la primera mitad con dos mano a mano clarísimos. Entre Kepa y la mala puntería privaron al United de facturar antes del descanso. La posesión era 'red devil' pese a los intentos 'blues' de asfixiar en la presión. El United se sentía más cómodo también en la presión tras pérdida y en el ida y vuelta.

El Chelsea andaba algo perdido, sin capacidad de reacción, pero en esas Potter reaccionó. Kovacic dotó al equipo de más empaque por dentro y dio un pase más a la línea de creación. Lograban salir de la cueva los 'blues', que incluso también dispusieron de alguna. Aubameyang no tuvo su día.

Una segunda mitad embarrada

En la segunda mitad Ten Hag le devolvió la moneda a Potter. Vio que el centro del campo había pasado a otras manos, que el dominio iba a menos, así que decidió dar entrada a Fred y sustituir a un desaparecido Sancho. El United frenó el ímpetu 'blue', pero dejó el duelo en un terreno embarrado del que ninguno de los dos equipos supo salir.

Desapareció el brillo en el juego, aparecieron las tensiones de un partidazo y las ocasiones brillaron por su ausencia hasta el tramo final. Ahí apareció Chalobah para estrellar un cabezazo a la madera tras un saque de esquina. Era para abrir boca. Los últimos diez minutos nos iban a brindar espectáculo.

Cuando todo parecía destinado a caer en el 0-0, el colegiado decidió ponerle algo de picante al partido. Señaló penalti por un agarrón de McTominay a Broja, y Jorginho no falló desde el punto de penalti. Sin hacer demasiado, el Chelsea se iba a llevar el partido.

Así lo creía Stamford Bridge, pero Casemiro tenía otros planes. El brasileño, en la última jugada del partido, cabeceó a la red un medido centro al segundo palo y lo festejó como si de un título se tratara. La tecnología de la línea de gol validó el tanto. Un punto de fe de un United que tiene motivos para creer.