Lunin y Valverde, la cara y la cruz del Madrid

El portero ucraniano convenció en Alcoy, pero el uruguayo dejó pasar la ocasión de reivindicarse

Hazard, nuevamente decepcionante

Alcoyano - Real Madrid | Las paradas de Lunin

Alcoyano - Real Madrid | Las paradas de Lunin / RFEF

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El Real Madrid solventó con cierta calma su primer partido de Copa ante el mismo rival que le había eliminado el año pasado y con varios jugadores reforzados, caso del meta Lunin y del joven centrocampista Camavinga, pero con otros futbolistas que no aprovecharon la ocasión, como Valverde y Hazard.

No era un partido fácil para Andriy Lunin, el portero que vive permanentemente a la sombra de Courtois: su único partido con el Madrid había sido precisamente el del año pasado ante el Alcoyano.

Pero Lunin cuajó un buen partido: resolvió bien el trabajo que tuvo hasta el 1-1. En el arranque, logró rechazar una buena volea de Vega y poco después reaccionó con solvencia a un disparo de Blanco.

Quizá pudo hacer algo más en el gol de Vega, pero en cualquier caso el gol fue más mérito del jugador del Alcoyano que demérito del portero ucraniano.

En los últimos minutos apenas sufrió, aunque evidenció que el juego con los pies no es lo suyo y que debe mejorar en ese aspecto.

Camavinga, crecimiento constante

En el apartado de buenas noticias para Ancelotti cabe apuntar también el rendimiento de Camavinga, uno de los mejores del Madrid en El Collao: trabajó a destajo en labores defensivas y cuando tuvo el balón, no desentonó, incluso salvó un gol cantado del Alcoyano, sacando bajo palos un disparo de Miranda.

Ilustres víctimas

Sin embargo, el partido de Alcoy vuelve a dejar víctimas ilustres: inquietante es el caso de Fede Valverde, un futbolista en el que el madridismo había depositado muchas esperanzas. No ha tenido continuidad esta temporada, siempre aquejado de problemas físicos, y lo acusó en Alcoy, donde se le vio superado por el rival.

Apenas tuvo el balón y le costó dominar el 'tempo' del partido, como solía hacer cuando estaba en un buen estado de forma, aunque mejoró ligeramente en la segunda parte.

¿Ni está ni se le espera?

El caso de Hazard, por su parte, es recurrente: pasó desapercibido en El Collao, casi como si el partido no fuese con él. Es cierto que perdió pocos balones, pero su capacidad para intervenir en el partido y ser decisivo -como lo era habitualmente en el Chelsea- es nula.