Joselu, una máquina de fallar goles

Bellingham le echó una mano con una asistencia marca de la casa para que se sacudiera todos los diablos y no acabara en el diván del psicólogo

Lo intentó en nueve ocasiones para marcar una, y acabó pidiendo disculpas que Ancelotti no aceptó: “Solo se piden cuando no trabajas y él trabaja siempre”

Real Madrid - Nápoles | El gol de Joselu

Tras desperdiciar varias ocasiones Joselu finalmente vio portería ante el Nápoles / TELEFONICA

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Joselu Mato es un jugador de confianza. De esos criados en la casa que, sin reclamarlo, es el hijo pródigo que volvió a sus raíces sin hacer ruido once años después. El madridismo le quiere tanto como le desespera por ese latiguillo que arrastra de ser una máquina fallando goles. Ante el Nápoles volvió a dar un recital, no es el primero, pero acabó recogiendo lo sembrado gracias a la mano que le echó Bellingham con una asistencia marca de la casa para que se sacudiera todos los diablos y no acabar en el diván del psicólogo.

"Estaba un poco avergonzado por fallar tantas ocasiones", relató el inglés al final del partido. De hecho, cuando marcó el 4-2, pidió perdón al Bernabéu por tanto error acumulado. El estadio le correspondió con una ovación, porque si una cosa perdona el coliseo blanco es la humildad y el espíritu combativo de uno de los suyos. Unas disculpas, por cierto, que Ancelotti no admitió: "Que marque goles es importante para él, pero un jugador tiene que pedir disculpas solamente cuando no trabaja y él trabaja siempre".

DATOS POBRES, ESFUERZO MÁXIMO

Joselu salió en el minuto 57 por el acalambrado Ceballos con 2-2 en el marcador. El Nápoles apretaba y Ancelotti necesitaba amenazar en ataque. La aparición del delantero dio frescura y el italiano consiguió lo que buscaba. En esos 33 minutos que estuvo sobre el campo disparó en nueve ocasiones con tres oportunidades claras de poner por delante a su equipo. Se le veía tan desesperado como desconsolado por acumulación de frustraciones. Afortunadamente, para su equipo y para él, apareció Nico Paz para poner el 3-2 de un latigazo con la zurda desde 30 metros que borró lo que estaba pasando.

Tendrá más o menos acierto, pero es el único jugador de la plantilla madridista que sabe ejercer de 9. El madridismo le perdona casi todo, pero también reclama al club en las redes sociales que “fichen un 9 que no perdone”. Joselu ha marcado seis goles esta temporada en 54 remates, un 11,11% de acierto. Cifras muy lejanas a las de un Bellingham deslumbrante que ha marcado 15 goles de 38 intentos, un 39,47% de acierto sin ser delantero centro.