El Liverpool es 'black' en este 2023

En lo que llevamos de año tan solo ha logrado ganar uno de sus siete partidos disputados

Tan solo sigue vivo en la lucha por la Champions, donde se enfrentará a todo un Real Madrid

Klopp no pasa por su mejor momento en Liverpool

Klopp no pasa por su mejor momento en Liverpool / EFE

Albert Gracia

Albert Gracia

Muchos clubes miraron con cierto recelo el Mundial de Qatar por la enorme cantidad de preguntas que nadie sabía cómo responder. ¿Cómo afectará una cita mundialista en medio del calendario? ¿Cómo volverán los jugadores? ¿Habrá una temporada distinta antes y después del Mundial? Preguntas y más preguntas que solo con la vuelta encontraron respuesta.

Sin embargo, hubo algunos clubes que vieron en el Mundial una oportunidad única para poner un punto y aparte a un inicio de temporada desalentador. Un mes sin competición para sanar la cabeza, concentrarse en otros ambientes y volver para volver a ser. A eso se cogía el Liverpool. Sin embargo, no era más que un clavo ardiendo.

Porque los 'reds' se fueron al Mundial con más dudas que certezas, con un equipo que se iba cayendo a medida que sus estrellas pasaban por la enfermería y que daba síntomas de agotamiento. Y la vuelta ha sido casi más dura que la ida, sobre todo una vez iniciado el año. El 2022 acabó con la eliminación en la Carabao Cup ante el City y el 2023 ha nacido con la FA Cup tirada por la borda, con el liderato en la Premier a 21 puntos y con la Champions como único salvavidas. Una victoria en los siete partidos disputados este año tienen la culpa. Klopp pasa por su peor momento en Liverpool.

Un equipo superado

En la FA Cup los 'reds' se vieron superados por el estimulante Brighton de De Zerbi, mientras que en la liga han dilapidado sus opciones de título a cada paso que han dado, con derrotas tan sonadas como las cosechadas ante Brentford, Brighton y, la más reciente, Wolverhampton. Tres derrotas con denominador común y que rompen con lo que había sido el Liverpool de Klopp, un equipo temible en las áreas.

En los tres duelos, sus últimos tres desplazamientos, el conjunto 'red' encajó tres tantos y se quedó sin mordiente arriba, algo que viene siendo habitual esta temporada pese a ser la línea, junto a la zaga, más reforzada en las últimas ventanas de fichajes. El centro del campo, la parcela que menos se ha 'tocado', es la que más desapercibida está pasando.

El Liverpool hace aguas atrás (desde el cambio de año han recibido nueve tantos en cuatro partidos ligueros), ha concedido más goles en lo que llevamos de Premier (28) que en toda la liga anterior (26) y además sufre un cortocircuito arriba que empieza a preocupar. No llegan sensaciones positivas y, además, los resultados no acompañan precisamente. Inglaterra se pregunta dónde están Darwin Núñez y, sobre todo, un Salah desaparecido en combate que busca aliados.

Un calendario que aprieta

Sin embargo, no está el Liverpool como para andar probando cosas y de nada sirve tampoco lamentarse de todos los puntos y billetes perdidos por el camino. Porque el calendario aprieta y de qué manera. Ahora a los 'reds' se les viene encima el derbi del Merseyside ante un Everton que viene de ganar al 'invencible' Arsenal de Arteta y un encuentro clave ante el Newcastle, el cuarto clasificado y al que tiene a once puntos. Recortar distancias con el 'top4' o decir adiós a la próxima Champions.

En esas se ve un Klopp que ahora debe reflotar la nave como sea si quiere que su salvavidas (la Champions) siga en pie. Porque después de medirse a Everton y Newcastle, el Liverpool afronta la ida de los octavos de final de la Champions ante el Real Madrid. La competición copera es la única donde el club 'red' sigue con opciones de título y, quién sabe, si puede ser la única puerta que tenga abierta este equipo para volver a ser de Champions la próxima temporada.

De momento, el puesto de Klopp no está en entredicho y leyendas como Jamie Carragher confían en que, con los fichajes oportunos, se pueda llevar a cabo la necesaria reconstrucción 'red'. Semanas clave en Anfield, pero sobre todo, lejos de Anfield, donde el Liverpool ha perdido todos los títulos.