¿Qué son los probióticos?

Nuestro organismo contiene millones de bacterias en su interior. Aunque algunas son nocivas, buena parte de las mismas son beneficiosas puesto que mantienen sanos nuestros intestinos y nuestro sistema digestivo en general.

Estas últimas son conocidas como probióticos y, pese a que existen muchas variedades, suelen agruparse en dos categorías distintas: las lactobacillus y las bifidobacterium. Mientras las primeras se obtienen del yogur y otros alimentos fermentados, las segundas pueden encontrarse en todo tipo de lácteos. Además de bacterias, las levaduras también pueden funcionar como probióticos muy beneficiosos.

¿Pero qué beneficios exactos nos proporcionan estas bacterias y levaduras tan especiales? Los expertos del portal especializado en salud WebMD hablan de mejora de algunos problemas de salud como "el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), la diarrea provocada por la ingesta de los antibióticos o la diarrea provocada por infecciones víricas, bacterianas o parasitarias". Además, añaden, hay investigaciones médicas que confirman beneficios ante ciertas condiciones de la piel como son los eccemas, así como una mejor salud urinaria, vaginal, bucal y una prevención de las alergias y resfriados.

Además, y según cuentan desde Medicals News Today, revista especializada, "los probióticos pueden tener un papel en la inmunidad y la prevención del cáncer". En concreto, se trata de las bacterias del ácido láctico, las cuales han sido vinculadas a través de múltiples estudios a la disminución de la actividad enzimática de otras bacterias que producen células cancerosas. El resultado de ese fenómeno es una reducción potencial del riesgo de padecer cáncer de hígado, de color y de vejiga. Por todos estos beneficios, los probióticos son altamente recomendables, especialmente en personas que se hayan sometido a antibióticos.

En general, dicen desde WebMd, tanto los alimentos ricos en probióticos como los suplementos probióticos, que pueden adquirse en farmacias sin necesidad de receta, son totalmente seguros para la mayoría de las personas. No obstante, "ciertas personas con problemas del sistema inmunológico u otras afecciones graves de salud no deberían tomarlos" sin recomendación médica. En cualquier caso, el consumo de probióticos puede generar efectos secundarios leves como malestar estomacal, diarrea, gases e hinchazón en los primeros días después de comenzar a tomarlos. Si persisten deben abandonarse y consultar a un médico.

Más allá de los suplementos comercializados en farmacias, y como apuntábamos antes, también existen los alimentos fermentados ricos en probióticos. Entre ellos hallamos el yogur, el kéfir, los quesos de suero de leche y requesón, el kimchi, el chicrut crudo, el tempeh, el miso, la kombucha, el natto y las verduras lacto-fermentadas como los encurtidos. Pese a que algunos otros alimentos también se fermentan, como es el caso del pan o de la cerveza, "estos alimentos no continen bacterias vivas y beneficiosas", según apunta Medical News Today. No nos proporcionan los probióticos que deseamos.