¿Cómo motivarse para hacer ejercicio?

Es fundamental encontrar ejercicios con los que nos lo pasemos bien

La falta de ejercicio, sumado a una dieta poco saludable, puede conducirnos a problemas como el sobrepeso, la obesidad o algunas de las enfermedades mencionadas anteriormente

Hacer ejercicio es bueno para la salud

Hacer ejercicio es bueno para la salud / Pixabay

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Practicar ejercicio físico con regularidad nos proporciona una enorme cantidad de beneficios. Desde control del peso a mejora del estado anímico y pasando por aumento de la energía, promoción del sueño saludable, incremento de la excitación sexual, diversión e incluso reducción del riesgo de padecer enfermedades como los accidentes cerebrovasculares, la presión arterial alta, el síndrome metabólico, la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer, depresión, ansiedad o artritis. Sin embargo, y pese a todo esto, en ocasiones cuesta mucho encontrar la motivación suficiente para realizarlo y continuamos con la vida sedentaria.

En este sentido, y para cambiar con esa dinámica tan poco saludable, desde el portal especializado en salud mental y bienestar emocional La mente es maravillosa proporcionan tres consejos para activarnos. Uno de ellos puede resultar bastante gratuito: simplemente hacerlo. Después de todo, la pereza y las excusas entran en nuestra mente con suma facilidad y en muchas ocasiones, y para las personas con menos capacidad para no sucumbir a ellas, lo más conveniente es lanzarse sin pensar. El ejercicio físico genera sensaciones muy agradables y cada vez necesitaremos obligarnos menos y saldrá de nosotros de modo más natural.

El segundo de ellos consiste en tener en cuenta los beneficios a corto plazo del ejercicio físico. Después de todo, los objetivos muy lejanos, aunque muy útiles, pueden desalentarnos progresivamente si no vemos o centramos nuestra atención en lo más inmediato. ¿Y qué es lo más inmediato? El impacto del ejercicio sobre nuestro estado anímico. Y es una cuestión de hormonas: el ejercicio libre "endorfinas, que nos hacen sentir eufóricos al terminar el ejercicio", además de disminuir los niveles de "dolor, ansiedad y estrés". Además, las hormonas serotonina y dopamina también se liberan y nos aportan calma y bienestar.

Por último, apuntan desde este portal especializado, conviene tener en cuenta el futuro. La falta de ejercicio, sumado a una dieta poco saludable, puede conducirnos a problemas como el sobrepeso, la obesidad o algunas de las enfermedades mencionadas anteriormente. En ese sentido, es interesante reflexionar un poco acerca de cómo podríamos vernos en cinco o diez años si continuamos sin practicar deporte. "Un acto de empatía hacia nosotros mismos. Intentar vernos en un periodo de diez años y desearnos estar sanos es un trabajo empático que nos puede reportar grandes beneficios. ¿Qué futuro deseamos?

Además, desde el medio experto en salud WebMD añaden varias recomendaciones más para motivarnos. Y una muy importante es realizar alguna medición del progreso. "Ver mejoras, ya sea correr más rápido, hacer más repeticiones o hacer ejercicio con más frecuencia, hace que quieras continuar". Como también lo es ser compasivos con nosotros mismos y eliminar la culpa: aceptar que los deslices son normales y que no deben desmotivarnos hasta el punto de abandonar. Para acabar, es fundamental encontrar ejercicios con los que nos lo pasemos bien. No hay mayor desmotivación para entrenar que el aburrimiento.