La selección barrió de la pista a Georgia

La selección española rompió el duelo en un tercer cuarto de gran nivel

Buen inicio de torneo de los de Sergio Scariolo

Hernangómez en una acción contra Georgia

Hernangómez en una acción contra Georgia / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

UN INICIO MUY DEFENSIVO

La selección española constató en los primeros minutos del partido que, cerca del aro, podía tener problemas con Shermadini. El equipo de Georgia buscaba a su pívot una vez tras otra, y Sacariolo no lo tenía nada claro. En el primer cuarto, los puntos, por ambos conjuntos, llegaron a través de segundas opciones, y mates, tras controlar sus respectivos rebotes ofensivos. Los porcentajes eran horrendos y tanto Brown como McFadden no le cogieron en los primeros 20’ el ritmo al duelo.

Destacable la defensa de López-Aróstegui sobre el base americano de Georgia al que no le dejó respirar, ni mandar, en ningún momento. La pareja Willy-Juancho dominaba a sus oponentes, pero las rotaciones españolas no acababan de funcionar. Scariolo acostumbra a dar descanso a sus titulares con un recambio de jóvenes, pero siempre con Rudy como referente indiscutible. El seleccionador español mandó, en el segundo cuarto, a sus exteriores a presionar a perímetro rival para evitar que los balones llegaran a manos de los pívots georgianos. Y surtió efecto, ya que el ataque de Georgia colapsó. Buen trabajo de Díaz, en ataque y defensa, y mayor fluidez en los contraataques y en los ataques posicionales por parte de la selección española.

UN VENDAVAL TRAS EL DESCANSO

La selección española rompió el duelo en un tercer cuarto de gran nivel. Los georgianos se fueron diluyendo, poco a poco, ante la insistencia defensiva de los hombres de Scariolo y su propia inoperancia. De hecho, con un Shermadini ya muy cansado, nadie cogió su relevo. Por contra, en la reanudación los hermanos Hernangómez y Díaz siguieron con su buen trabajo, pero se sumaron a la fiesta jugadores como Pradilla, Brizuela, Rudy o Garuba. El partido se rompió de manera definitiva en este tercer cuarto, y el último periodo sirvió para que Scariolo pudiera dar rotaciones y todos se sintieran implicados.

Buen inicio de torneo de la selección española. Están transmitiendo implicación, juego colectivo y mucha ambición. Cualidades con las que deberán suplir algunas carencias que, sin duda, conviven en el seno de la selección española. Cierto que tanto Bulgaria como Georgia no son rivales de primer nivel. Pero la selección no se podía permitir un inesperado tropiezo que hubiera generado dudas y nervios en el equipo. Estas victorias también dan confianza a muchos de los jóvenes hombres de seleccionador español que llegaban al Europeo con no demasiado bagaje ni experiencia.