El ‘salvavidas’ con el que ya contaba Xavi

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Junio de 2023. Temporada finiquitada con un éxito más que notable. Recuperada la hegemonía en la Liga, con la Supercopa de España en el saco y con esa asignatura pendiente de levantar el vuelo en Europa. Xavi pedía un esfuerzo a Deco y Mateu para seguir elevando el nivel de la plantilla.

De hecho, algunas cartas se venían trabajando ya de antes. Íñigo estaba cerrado desde hacía meses. Gündogan, muy avanzado. Sea como fuere, desde las entrañas del club volvía a imponerse la prudencia económica. Finalmente, caía el ‘pack’ de los Joaos gracias a malabarismos financieros, ciertas renuncias y a la presión de Mendes.

Pero, aun así, el ‘roster’ quedaba corto. 19 fichas de la primera plantilla más Fermín López y Lamine Yamal, ambos con ficha del Barça Atlètic. Posiciones dobladas, pero poco fondo de armario. En caso de torcerse el asunto, a Xavi Hernández no iba a temblarle el pulso a la hora de tirar de la cantera. Ya lo había dejado claro con Lamine Yamal, al que hizo debutar con 15 años.

MONITORIZAR

Forjado en las entrañas de la pedrera azulgrana, el técnico de Terrassa era (es) la figura ideal para monitorizar y tutelar a una hornada de jóvenes con unos cimientos excelentes. El objetivo, que los chicos sintieran la confianza sin caer en excesos de euforia ni de confianza. Cuando llevamos algo más de dos meses de competición oficial, la enfermería está repleta. Sin ir más lejos, de cara a esta noche ante el Shakhtar tan solo hay 12 fichas disponibles de la primera plantilla.

A partir de ahí, todo futbolistas que no pasan de los 20 años. Muchos dirán que no le ha quedado otra al egarense, pero la verdad es que es algo que formaba parte de su plan desde inicio de temporada. El calendario es densísimo. Lo advirtió Guardiola en agosto, cuando apenas arrancaba todo. Y, lamentablemente, la profecía se ha cumplido antes de lo previsto.

La aglomeración de competiciones, junto con las continuas ventanas internacionales, han provocado que Xavi haya ido presenciando, impertérrito, como iban cayendo hombres indispensables.

Su comunicación con el filial y las categorías es fluida y constante. Conoce perfectamente a las piezas que van despuntando en la base. Lo del otro día con Marc Guiu no fue fruto de la casualidad o de la desesperación por no tener nada más de lo que tirar. El contexto era delicado y obtuvo premio a su osadía (más rápido de lo que esperaba, imaginamos). Sabe que están preparados. Que conocen el complicado ecosistema del Barça. Que son capaces de lidiar con la enorme presión con la naturalidad e inocencia propias de un adolescente.