Ricky Rubio no dio ninguna opción a Argentina

Ricky, el mejor ante Argentina

Ricky, el mejor ante Argentina / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

LA TÁCTICA DEL DESGASTE

La selección argentina salió a jugar el partido como si fuera la final de los Juegos. Intensos, muy agresivos y con un defensa al límite que impidió, en el primer cuarto, que los hombres de Scariolo fueran capaces de encontrar su sitio en la pista. De la mano de la pareja Laprovittola-Campazzo, los argentinos ahogaron al ataque español que perdieron un sinfín de posesiones que casi siempre acababan en contraataques del rival. También el rebote fue argentino, y el panorama no presagiaba nada bueno ya que el juego interior español era inoperante. En buena medida por la presión del rival que no permitía una buena circulación de balón y, por tanto, que no encontraran a sus hombres altos. Pero, en el peor momento de España, apareció Ricky. Supo esperar su oportunidad, hasta entonces fue superado por los bases argentinos, y cuando despertó lo hizo de manera memorable. A rebufo de él, todos sus compañeros se apuntaron a revertir el dominio argentino. Tras el descanso, el partido ya estaba resuelto. La diferencia entre ambos equipos es muy grande, y se reflejó en el tramo final del encuentro. Ricky está, ahora mismo, en un estado óptimo de forma. Da la impresión de que el base se siente con mucha confianza y superior a cualquier rival que se le ponga por delante. Sin duda, se ha convertido en el jugador referente del equipo y en el motor y alma de una selección que va recorriendo con solvencia el camino de las medallas.

SE NECESITARÁN MÁS ARGUMENTOS

No sólo de Ricky puede vivir el equipo. Uno de los déficits más evidentes que padece la selección radica en su juego interior. El perímetro va sumando, hay muchas rotaciones de calidad, pero por dentro el juego está dejando mucho que desear. Ante la selección argentina, que cuenta con unos interiores limitados, los hombres altos de Scariolo fueron incapaces de marcar territorio. Perdieron el duelo de la intimidación y los rebotes. Tampoco en ataque, frente a unos rivales inferiores, pudieron ser determinantes. No está Marc Gasol en su mejor forma, ni tampoco Pau genera muchas opciones. Y, tanto a Garuba como Hernangómez, se les ve algo nerviosos e imprecisos. Eslovenia será el próximo rival de la selección española. Cuentan con algo más de poder interior y será una prueba para los pívots de Scariolo. Pero, sobre todo, el equipo español ha de pensar que necesita más equilibrio entre su juego interior y exterior. Si Scariolo es capaz de “exprimir” a todos sus jugadores, no hay duda de que cuenta con la plantilla más solvente y experimentada de los Juegos.