La receta imposible de Pep

Pep Guardiola, jugando a golf en el Puma Legends Trophy de Mallorca

Pep Guardiola, jugando a golf en el Puma Legends Trophy de Mallorca / Javi ferrándiz

Danae Boronat

Danae Boronat

Cuando Guardiola habla todos escuchan, o deberían. Públicamente se pronuncia poco sobre la actualidad del club de su vida y cuando lo hace tiene un valor inestimable. El técnico del Manchester City mantiene una gran relación con el presidente Laporta y también tiene buen rollo con Xavi Hernández y siempre reitera sus alabanzas hacia ellos.

Tras otra temporada brillante en su currículum, el entrenador catalán ha ofrecido su punto de vista sobre la receta para que el Barça pueda superar la crisis que atraviesa: “Hay momentos puntuales en la historia en los que todo el mundo tiene que aceptar que la situación es la que es y no empezar a hablar de grandes objetivos, ir con un perfil muy bajo ayudará a subir mucho más rápido”.

El 'lowprofile' es un anglicismo que se puso de moda hace aproximadamente una década y que define a los que optan por la discreción, por evitar la sobre exposición y por no necesitar los focos. Amancio Ortega, los creadores de WhatsApp (Jan Koum y Brian Acton) o Vicente del Bosque, por citar a un personaje del mundo del fútbol, son ejemplos de esta opción. Guardiola tiene claro que esta debe ser la estrategia a seguir porque “en el momento que todos aceptemos que la situación es la que es, los éxitos llegarán antes” sentenció. Desconozco si el de Santpedor ha trasladado personalmente esa idea a Laporta pero, por la actitud pública de los últimos días, da la impresión que no.

Entrar en una guerra dialéctica con Javier Tebas no parece lo más sensato. Es lógico que el Barça no quiera hipotecar sus derechos televisivos durante 50 años firmando el pacto con CVC que propone el responsable de La Liga especialmente si dispone de otra opción, pero las acusaciones a través de los medios no harán que rebaje sus condiciones en cuanto al fairplay financiero.

Mucho más conveniente sería reducir la losa que supone la masa salarial heredada de Bartomeu y alcanzar un acuerdo con los capitanes, Piqué, Alba y Busquets con los que tanta cercanía tiene Laporta para que rebajen sus fichas, por ejemplo, como ya ha hecho Sergi Roberto. A día de hoy, aunque Lewandowski quiera, no podría vestir de azulgrana. El Barça no puede acometer su fichaje porque debe liberar tres veces su sueldo, tal como ha explicado el vicepresidente económico Eduard Romeu.

No sé si el polaco acabará aterrizando en can Barça, pero es una notable noticia para el club que uno de los delanteros más prestigiosos de Europa le escoja como destino y se muestre tan radicalmente decidido a abandonar el Bayern públicamente. Él no puede hacer más, al Barça, en cambio, se le acumulan los deberes.