Opinión

Es una pena, pero no todos caben en el Barça

El 'caso Tenas' no se ha gestionado nada bien y en el propio club son conscientes de ello

El 'caso Tenas' no se ha gestionado nada bien y en el propio club son conscientes de ello / ATHLETIC CLUB

De la cantera del Barça todo el mundo habla, todo el mundo entiende pero, a la hora de la verdad, ni mil espectadores de media acuden a ver los partidos del filial y ya no digamos al primer Juvenil, pese a que ha sido el trampolín directo de Ansu, de Gavi y, más recientemente, de Lamine Yamal. No les iría nada mal, por cierto, algo más de apoyo ‘in situ’ a estos equipos.

A todos nos gustaría que el Barça jugara con once canteranos y estoy convencido de que el futuro del club, y más desde las agobiantes penurias económicas, pasa por mimar al máximo el talento que sale de La Masia. Pero todo en su justa medida, también nos encanta ver caras nuevas como las de Lewandowski el año pasado o la de Gündogan ahora.

A Xavi Hernández poco se le puede reprochar. En febrero de este año, ya había citado a 47 canteranos para entrenarse a sus órdenes y la monitorización sigue siendo constante. Se ha llevado de gira al sorpresivo Fermín, a Marc Casadó, Lamine, Faye, Garrido, Álex Valle y Astralaga. Pero que nadie se lleve a engaño: a un técnico del Barça se le exigen resultados, la paciencia no es precisamente la mejor virtud y esta temporada Europa estará bajo la lupa.

En este juego de equilibrios, no todos pueden llegar al primer equipo y, claro, muchos futbolistas -sobre todo sus representantes- montan en cólera. Es verdad que el ‘caso Tenas’ se ha llevado fatal y en el propio club son conscientes de ello. Se puede entender que el Barça decidiera no ejecutar de forma unilateral los dos años opcionales porque suponían un dispendio económico que se consideraba inasumible. Y que la apuesta como segundo de Ter Stegen haya sido Iñaki Peña, lo que dejaba a Arnau en una situación incómoda al quedarle pequeño el filial. Pero qué costaba reunirse con el chaval, que además es muy culé, con la antelación debida, explicarle los motivos y abogar por una cesión, y no ahora que ha pasado el plazo y suena más a marcha atrás por la presión popular que a otra cosa.

Hay vida más allá del Barça y se ha demostrado que, si lo haces bien y se dan los factores, se puede volver. Oriol Romeu es el último ejemplo y Abde se está ganando el puesto a base de cabalgadas tras la acertada cesión a Osasuna.

No todos correrán la misma suerte y operaciones ruinosas como la perpetrada con Gustavo Maia -imputable a la anterior directiva, como también el bombazo de Araujo- no ayudan a pensar siempre bien. Si Ilias la rompe en La Cerámica, si ‘Barberowski’ se hincha a meter goles con el Brujas o si Tenas se corona en el Parque de los Príncipes dará rabia, muchísima, pero lo importante, lo innegociable, es tener la conciencia tranquila.