'Relaciones en pirámide', la nueva forma de relación abierta viral entre los más jóvenes

En la actualidad encontramos diversas formas de vivir la sexualidad

'Relaciones en pirámide'

'Relaciones en pirámide' / SPORT.es

Al igual que la sociedad evoluciona, los cambios culturales han hecho que las relaciones de pareja se transformen. Y es que en la actualidad el amor ya no es solo la unión con el sexo opuesto para formar una familia tradicional, sino que es una nueva forma de expresar quiénes somos y cómo nos sentimos.

No existen estudios con resultados concretos y sólidos sobre el tema, pero lo que sí se sabe que existen diferentes tipos de relaciones de pareja, y con ellas, nuevas forma de entender el amor.

En los últimos meses, se ha hecho muy popular una nueva forma de relación abierta que funciona en forma de pirámide. Cabe recordar que una relación abierta supone tener total libertad para mantener relaciones sexuales con otras personas, siempre y cuando haya consenso mutuo y se le comunique previamente a la pareja.

¿En qué consiste este modelo de relación abierta? Es una relación por estamentos. En el pico de la pirámide se sitúa la persona con la que más confianza y relaciones tengas, hasta llegar a la base de la pirámide que se refiere a la persona que acabas de conocer y que te atrae sexualmente.

Puede ser que la persona que se sitúa en el pico de la pirámide coincida con la de la otra persona, pero también puede suceder que los puestos dentro de esta pirámide sean diferentes. Para que no haya lugar a dudas sobre los límites, lo mejor es mantener una comunicación constante con la persona con la que se van a mantener las relaciones.

Parecidas a estas relaciones abiertas, encontramos el poliamor jerárquico. La principal diferencia entre el poliamor y las relaciones abiertas es que el poliamor está más orientado al lazo sexual-afectivo y la relación abierta gira más en torno al sexo

En el poliamor jerárquico también existe una pirámide. Hay una relación principal y la jerarquía se basa en una gestión de privilegios (el hogar, la familia, el tiempo) más que en una clasificación del nivel de afectividad. 

"No hay una relación mejor que otra. Son vínculos y formas de entender el amor que se adaptan más o menos a los valores de cada individuo o pareja", explica Noemi Casquet, periodista especializada en sexualidad y escritora.