¿Qué pasa con los salarios en el Barça?

El club ha conseguido rebajarlos, pero aún queda mucho por hacer

Joao Félix marca el camino: el que quiera jugar en el Barça debe sacrificarse

El presidente del Barcelona, Joan Laporta.

El presidente del Barcelona, Joan Laporta. / JORDI COTRINA

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Tenía claro Joan Laporta a su llegada al Barça que el club debía cortar por lo sano en el tema de los salarios. El Barça estuvo prácticamente secuestrado por una generación que lo ganó todo, pero que también acabó hipotecando financieramente la entidad cobrando cifras absolutamente fuera de mercado ante la amenaza de marcharse. La pandemia mató al Barça porque fue el club que mejor pagaba a sus futbolistas en toda Europa y, por mera supervivencia, no quedó otra que intentar rebajar esa masa salarial tanto como ha sido posible. Es cierto que se ha hecho mucho trabajo, pero esto tiene pinta de eternizarse en algunos casos.

Laporta puede acabar pagando su política de fichajes a coste cero porque está bien firmar a cracks sin invertir un euro en los traspasos, pero éstos acaban cobrándoselo en el salario. Un tema peligroso que Deco ha detectado y que pondrá límite en la próxima planificación. No se cierra la puerta a incorporar futbolistas con la carta de libertad, pero los que lleguen deben ser jugadores con proyección que puedan generar una venta a futuro como sucedió con Kessié. Porque el Barça ya no solo debe mirar el rendimiento deportivo sino también el económico ya que la situación lo requiere.

En estas últimas horas se ha conocido que Joao Félix percibirá cuatro millones esta temporada y no los 400.000 euros que se estipulaban en la operación. Un movimiento lógico teniendo en cuenta los salarios que existen en la plantilla. Aquí no hay nada que objetar, pero sí una lección: el portugués se arriesgó cobrando prácticamente nada para poder jugar en el Barça dejando a un lado el tema económico.

Esos son los jugadores que, a partir de ahora, le interesan al Barça. Los que tienen el arrojo de pasar por encima lo deportivo ante lo económico. Y aquí, la próxima temporada, habrá salarios durísimos que se deberían revisar con el beneplácito de los implicados. Ahora se comprobará si algunos priorizan el dinero al Barça y el club debería tomar nota. El futuro solo puede pasar por la contención.