Y usted, ¿por qué es del Barça?

Xavi lamenta una acción del partido

Xavi lamenta una acción del partido / JAVI FERRÁNDIZ

Xavi Torres

Xavi Torres

Después de la última rueda de prensa, Xavi Hernández se manifestó irónico y crítico con determinadas opiniones del periodismo que cuestionaban las maneras del equipo. El técnico, a pesar del 2 a 2 de Granada, estaba satisfecho del juego y volvió a hacer referencia a la especial idiosincrasia del club, recordó, con un entorno que cuestiona las victorias sin buen fútbol, por ejemplo, la del partido anterior en Oporto.

Aunque en la generalización es imposible llegar al consenso la historia demuestra que el aficionado del Barcelona siente orgullo y sentimiento de pertenencia por dos razones esenciales. La primera, porque a lo largo de su existencia se ha mostrado como más que un club, siempre fiel a sus convicciones democráticas, cerca de todos los movimientos sociales y en la vanguardia de la reivindicación catalanista.

Por unos o por otros motivos, desde el cierre de Les Corts en la vergonzosa dictadura de Primo de Rivera hasta el 1 de octubre de 2017 en la cuestionada democracia de Rajoy, pasando por otros muchos episodios, el aficionado del Barça -salvo en algunas etapas en las que los presidentes decían no hacer política, o sea, hacían política por pasiva negando su propia historia- se ha sentido diferente. En este sentido, hoy sigue siendo importante atender a las demandas progresistas de la sociedad y no caer en la tibieza, por ejemplo, del comunicado anti-Rubiales.

La segunda razón tiene que ver con el fútbol y con la particular manera que ha elegido el club para exhibirse en el campo. El talento ha sido un hilo conductor a lo largo de la historia pero el Barcelona nunca fue un club líder en títulos ya que, por ejemplo, hasta siete años antes de su centenario no ganó la primera Copa de Europa. Hoy tiene cinco, en diferentes décadas ha sido reconocido como la referencia universal en el sector del balón y La Masía provoca admiración. La mirada de Cruyff convertida en hecho cultural por Guardiola ha mostrado el tesoro exclusivo de este club que, otra vez a partir de la diferencia, ha logrado un sentimiento único entre sus aficionados y que provoca un debate permanente ante el que el entrenador, ahora, no acaba de sentirse cómodo.

Quizás tenga que ver con el momento pero uno tiene claro que Xavi está convencido de que el camino que le convirtió a él en leyenda es el más conveniente para que el club siga cerca del éxito y, por supuesto, del corazón de sus aficionados. 

Perder la diferencia es el final. Con todo el respeto del mundo el debate diario no solo es bienvenido sinó muy necesario.