De la magia de Messi a la garra de Memphis

Memphis celebra su gol ante el Athletic

Memphis celebra su gol ante el Athletic / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Messi ya no está en el Barça. Y eso, lamentablemente, no tiene arreglo. Durante 17 años, los culés han vivido agarrados a la magia del crack argentino. Su aportación ha sido determinante para ganar los últimos 35 títulos conquistados. El mejor futbolista del mundo ha marcado con sus goles (672) la trayectoria triunfal del Barça desde aquel lejano 16 de octubre de 2004, día del debut del mayor genio que ha vestido jamás la camiseta blaugrana. Su magia y sus tantos se van a echar de menos. Ya se echan de menos. Y no hay nadie que pueda reemplazarlos. Porque todavía no ha nacido un jugador que esté a la altura del más grande. Por eso el Barça debe empezar a sobrevivir sin Messi. Y Koeman debe construir un proyecto que sea capaz de lograr victorias sin la histórica aportación del crack argentino.

Y en eso está. No sin dificultades. La grave crisis económica del club ha impedido hacer grandes inversiones en fichajes y el técnico debe tirar de veteranos, canteranos y refuerzos ‘low cost’. Y en este capítulo se encuentra, precisamente, Memphis, el nuevo héroe de todos los barcelonistas. El delantero holandés no es Messi. Ni pretende serlo. Pero en solo dos partidos oficiales ya ha demostrado que está llamado a ser un futbolista determinante. Y no lo digo solo por su gol salvador en San Mamés. Su garra, su convicción, su intensidad y su olfato goleador serán absolutamente imprescindibles en este nuevo Barça.

Memphis es uno de aquellos futbolistas que ya impresionan con su planta. Sus tatuajes, su físico, su seguridad… le hacen ser temido por los defensas rivales. El hecho de haber llegado gratis no desmerece en nada su fichaje. Al contrario. Refleja el acierto de Koeman recomendando (e insistiendo, porque ya lo pidió en el pasado mercado de invierno) su llegada y la habilidad del Barça para conseguir su incorporación a coste cero. Un maravilloso refuerzo por el que se hubiera podido pagar tranquilamente 50 millones de euros sin pestañear. Memphis es y será titular indiscutible. Y aunque nunca será Messi, puede ayudar mucho al equipo a sobreponerse a la marcha del número 1.