La locura de atacar a Iniesta

Iniesta sacó su rabia en el campo tras el gol de Isco

Iniesta sacó su rabia en el campo tras el gol de Isco / AFP

Jordi Gil

Jordi Gil

Una vez termine el Mundial y probablemente anuncie su retirada de la selección española, Andrés Iniesta pasará a la historia como el futbolista más relevante de La Roja. No solo por su gol en Sudáfrica, sino también por haber impulsado un estilo durante 12 años y un comportamiento que ha dignificado a la selección. Nadie puede atreverse a perder el respeto al manchego y mucho menos acusarle frivolamente de los males de La Roja cuando, además, ha sido uno de los pocos que se ha salvado de la quema en la fase de grupos.

A estas alturas de la película ya no está para disimular y si considera que alguna pregunta está fuera de lugar, se pone serio como ocurrió al término del choque ante Marruecos en Kaliningrado. Andrés no entrará en el juego de ciertos debates periodísticos, impulsados sobre todo desde Madrid. Atacar a Iniesta carece de sentido y la controversia es aún más injusta si las críticas no se reparten de forma coral. Sergio Ramos, por ejemplo, tuvo una actuación calamitosa frente a los marroquís. Él mismo lo admitió en la zona mixta. Fue sincero y autocrítico. Mucho más que algunos medios que prefirieron mirar hacia otro lado al analizar al capitán del Real Madrid. La Roja no está funcionado bien y todos son culpables. No solo los que no proceden del campeón de Europa.