¿Quién es el líder de este Barça?

Desde la marcha de Leo Messi, el Barça está huérfano de liderazgo en el FC Barcelona. El presidente tiene ramalazos de mala leche, pero ya ha tenido tres directores deportivos y entre todos, por ejemplo, han sido incapaces de buscar un sustituto a Sergio Busquets, una retirada cantada desde hacía años.

Del entorno de Laporta salen todo tipo de filtraciones contra el entrenador. Que si no estaba preparado para entrenar al Barça, que si antes de llegar debería entrenar al filial, y ahora, dos años después de su llegada, han renacido estas dudas: Que si no le gusta la alineación que hace contra el Rayo Vallecano, que si no le gusta la convocatoria que hace contra el Amberes y que si no le gusta que proponga el fichaje de Lo Celso cuando él quiere a modo de urgencia fichar a dos pupilos de su amigo Jorge Mendes, Joao Felix y Joao Cancelo, después de haber jugado bien solo un partido de la docena que han sido alineados.

Las dudas que se generan desde a directiva a Xavi Hernández no hacen más que debilitarle y restar su credibilidad dentro del vestuario. Es cierto que el equipo juega de pena, pero lejos de apoyarle el presidente solo hace que sembrarle minas en su banquillo con estos mensajes. La foto con Rafa Márquez en un momento de inestabilidad en el primer equipo fue una nueva muestra de su desatino.

Este final de año es un fracaso de Xavi, pero el principal responsable del club es Laporta. Él decidió el fichaje del crack: Lewandowski, un jugador que hoy se arrastra por los terrenos de juego pareciendo más un central que goleador, bañado con un contrato de oro. El polaco debía ser el líder de este equipo, pero no lo es. Sus espavientos contra compañeros no hacen más que acrecentar su frustración por no estar a la altura de lo que espera de él.

¿Quién más puede ser el líder? Gungogan acaba de llegar y los capitanes no tienen fuerza ni ascendencia dentro del grupo donde los nórdicos van por un lado y el resto por el otro.

¿Xavi puede ser el líder? Debería y saber el terreno que pisa, pero está vendido porque no está respaldado. Y esto se huele fuera del vestuario y dentro. Entonces, su mensaje está condicionado y no cala como debería. El equipo es hoy un espejo de cómo está el club.