Lewandowski y los otros delanteros

La particular celebración de la Pascua de Anna y Robert Lewandowski

La particular celebración de la Pascua de Anna y Robert Lewandowski / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

No estamos acostumbrados a que el Barça esté dos partidos consecutivos sin marcar, y menos en el Camp Nou. Pero es lo que ha sucedido en los dos últimos encuentros, contra el Madrid en la Copa, y el Girona, en la Liga.

Es evidente que estamos ante el Barça menos goleador en mucho tiempo, concretamente el segundo Barça menos goleador de la última década, con 53 goles en Liga, y dado que el peor es el Barça de la temporada pasada, no hace falta ser un lince para advertir que la gran diferencia con respecto a anteriores campañas en las que a estas alturas se llevaban más de setenta e incluso ochenta goles, es la ausencia de Messi y, si quieren, de Luis Suárez. Con el fichaje de Lewandowski se pretendía paliar este déficit, pero la realidad es que el equipo solo lleva un gol más que la temporada pasada.

LOS NÚMEROS

Ya se empieza a señalar a Lewandowski, pero el polaco es el pichichi de la Liga, con diecisiete goles, tres más que Benzema. Podemos esperar más de él, por supuesto, pero tampoco se debe olvidar que sus goles antes del Mundial fueron los que mantuvieron vivo al Barça en el duelo contra el Madrid, que aún no había empezado su declive. Después, es cierto que su bajón goleador ha sido importante. Pero comparemos a Lewandowski con los otros delanteros, ya no solo en la Liga, sino en todas las competiciones: Lewy ha jugado, en total, 36 partidos, 35 de titular, ha marcado 27 goles y ha dado 7 asistencias. Buen registro; no sobresaliente, pero sí correcto. Dembelé presenta un 28 (23 titular), 8, 7. Raphinha 40 (26), 9, 9. Torres 37 (15), 6, 2. Ansu Fati 41 (solo 13 de titular), 7, 3. No es por nada, pero lo de Ferran y Ansu es claramente insuficiente, lo de Dembélé está bien en las asistencias pero no tanto en los goles y lo de Raphinha es muy justito. A Lewandowski le ha perjudicado claramente la lesión del francés, que aunque solo le ha dado dos pases de gol, es el que abre el campo, arrastra centrales y descompone a las defensas rivales. Desde que Dembelé se lesionó, Lewandowski se ha encallado. Y el ataque del equipo, también.