A Koeman se le está escapando esto de la manos

Koeman, tocado

Koeman, tocado / sport

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

La debacle de Cádiz solo fue un aviso más de un equipo que se agarraba al buen hacer en Europa para tener algo de credibilidad. Y esa credibilidad se perdió ante una Juventus que le dio un baño táctico y de actitud en una primera parte que recordó el terrible encuentro ante el Bayern en la pasada Champions. La derrota no deja fuera al Barça, pero sí le condena a una segunda posición de grupo que puede ser una sentencia de muerte ante la entidad de los rivales que pueden tocar en octavos. Pero el palo es aún más duro por la sensación de impotencia que destila un equipo que se siente incómodo a lo que juega. Y eso es responsabilidad del entrenador.

Que al Barça no le iba a dar para ganar en Europa era algo que se sabía de antemano. Sin dinero para fichar, la revolución se ha quedado a medias, pero eso no esgrime la parte de culpabilidad del entrenador. Es cierto que el árbitro le regaló un penalti a la Juve que pudo desquiciar al equipo, también es cierto que las lesiones han lastrado a un proyecto ya muy debilitado y también es verdad que el holandés necesita tiempo, pero también es cierto que sus ideas no funcionan porque este Barça sufre muchísimo jugando solo con dos pivotes.

El Barça ha perdido prácticamente la totalidad de sus partidos ante equipos grandes. Solo ha salido vencedor del partido de ida en Turín ante la Juve. Y eso debería hacer reflexionar a un entrenador que parece querer morir con su 4-2-3-1. Físicamente, este Barça no está para jugar con cuatro futbolistas ofensivos por mucho que duela y tampoco para tener a Messi desperdiciado como falso 'nueve'. La realidad es cruda, pero las crisis son mejor pasarlas en diciembre que en el mes de marzo. Y Koeman tiene tiempo para reflexionar. Porque tiene más plantilla de lo que está demostrando, pero queda muy tocado.