Griezmann-Messi, una final que señala al Barça

Leo Messi y Griezmann, cuando estaban en el Barça

Leo Messi y Griezmann, cuando estaban en el Barça / fcb

Albert Masnou

Albert Masnou

¡Qué designios divinios tiene la vida! ¡Y el fútbol! En el estadio Lusail saltarán al campo dos equipos cuyos jugadores referencias pertenecían hace cuatro días al Barcelona.

Leo Messi fue echado de la entidad azulgrana hace un año y medio, tras toda una vida en el club. Se fue gratis al PSG y, tras un primer año complicado, ahora está viviendo una segunda juventud en el Parque de los Príncipes y ha sido capaz de, a sus 35 años, llevar a la final del mundial a Argentina. Será la segunda final de su carrera deportiva en la búsqueda del único título que le falta.

Antoine Griezmann es el faro de la actual campeona del mundo que aspira a revalidar el título. La estrella es Mbappé pero quien manda en el campo es Griezmann. También hace un año y medio que estaba en el Barcelona, quien le mandó de vuelta a Madrid por no saber qué hacer con él.

Molestaba su salario y su falta de encaje en un club que siempre se pensó que tenía a un delantero en sus manos y Francia ha demostrado que se trata de un mediapunta.

El Barça tenía a dos cracks en sus filas, no supo qué medidas tomar para mantenerlos perdiendo así tanta calidad que acabó afectando al equipo y se vio obligó a activar palancas para fichar a ocho jugadores para reforzarse. A Griezmann no lo regaló pero de los 120 millones invertidos recuperó 20.

No es que se trate de un gran negocio, que digamos, porque un club como el Barça precisa de referentes mundiales para que acaben siendo un atractivo para las marcas y para los aficionados. Y hoy los dos referentes de la final no están en el Barça.