Opinión

Un equipo de once contra Mbappé y diez más

La alegría del Barça tras el gol de Joao Félix en el Nuevo Mirandilla

La alegría del Barça tras el gol de Joao Félix en el Nuevo Mirandilla / Valentí Enrich

Cuando todo parecía indicar que el Barça iba directo al fracaso, resulta que está a un paso de la semifinal de la Champions. En plena renovación de un equipo que no hace tanto contó con el mejor futbolista de la historia y varios de los mejores jugadores en sus respectivas demarcaciones, el Barça ha tenido que rehacerse sin capacidad económica para contratar a las nuevas figuras del fútbol.

Por primera vez en muchísimos años, ningún supercrack viste de azulgrana. Mbappé, en el PSG con destino inmediato a Madrid; Haaland, en el City sin posibilidad alguna de pujar por él... Y en el mundo actual, esto es sinónimo de depresión y pesimismo.

Sin duda, esto es lo que ha ocurrido en el Barça; equivocadamente, pero ha ocurrido. Durante meses y meses, el barcelonismo se ha castigado con la creencia de que su equipo estaba lejos de los grandes de Europa. Pero con el tiempo, Xavi ha conseguido construir un equipo competitivo. Con Lewandowski, la única estrella que se pudo permitir la economía del club, y la mejor cantera del mundo, algo de lo que todos tendríamos que presumir más, ha levantado el vuelo y tiene al supermillonario PSG de Mbappé contra las cuerdas.

Esta noche veremos si le deja KO, pero lo que es seguro es que la semana pasada demostró que con un equipo bien armado, con dos niños de 16 y 17 años que serán muy pronto figuras y que habrán salido gratis, ganó, y ganó muy bien, a un álbum de cromos pegados al albur. Hoy volveremos a ver un equipo de once contra Mbappé y diez más. Por supuesto que son peligrosos, que Mbappé es mucho Mbappé y que pueden tener una buena noche y remontar. Pero ocurra lo que ocurra, el barcelonismo ha de valorar lo que tiene, un equipo al máximo nivel.