La criticada excelencia de las campeonas

Alexia Putellas celebra uno de sus golazos

Alexia Putellas celebra uno de sus golazos / Valentí Enrich

Danae Boronat

Danae Boronat

Lo normal es perder. También en el fútbol. Aunque haya equipos que se acostumbren a ganar mucho y con mucha contundencia como el FC Barcelona Femení. Un equipo de récord, modélico, referente de excelencia en el deporte. Un plantel de jugadoras brillante que convive con dos realidades a la vez: formar parte de uno de los clubes más populares del mundo y, a la vez, de una liga con gradas vacías, terrenos de juego mediocres, arbitrajes no de élite y sin apenas cámaras de televisión.

El Barça de Jonathan Giráldez se proclama campeón de liga con una superioridad aplastante y eso se convierte en un argumento en su contra para algunos. En cambio, para mí, la forma de imponerse en este campeonato de liga es lo más loable que hay. Este staff técnico y estas jugadoras son las que más en serio se toman la Liga Iberdrola. Son las que dignifican el campeonato español con su entrega semana tras semana.

Son las que merecen el elogio unánime por su perseverancia en demostrar que no sólo importa ganar sino cómo se gana. Que no importa quién es tu rival sino tu afán de superación. Que no importa si juegas en un césped de categoría regional sino superar los obstáculos. Que no importa cuántos te vienen a ver sino cuántos más que ayer te valoran. Qué no importa cuánto cobras sino cuánto vales. Y este equipo formado por mujeres extraordinarias tiene un valor incalculable.

La tercera liga consecutiva en 7 temporadas de profesionalización. La primera en la que ellas disponen de un campo de entrenamiento propio de césped natural (el campo 4 de la Ciudad deportiva) después de mucho reclamarlo. La temporada en la que desde el cuerpo técnico se han centrado más en el análisis de las propias fortalezas y debilidades que las de las rivales. La experiencia les ha demostrado que es poco útil estudiar el juego de las oponentes porque cuando llega elBarça lo modifican por completo.

Desprestigiar el éxito de este Barça campeón imbatidose inserta dentro del contexto habitual del fútbol femenino. Nunca es suficientemente importante lo que hacen. Aunque lo logren ante el club que llegaba para cambiar el rumbo de la historia y establecer un nuevo paradigma.Estaría bien que los que insisten en que la desigualdad de la competición desluce (como es obvio) y le quitan mérito a las azulgrana insistieran en la urgente necesidad de que la recién confirmada liga profesional empiece con unos mimbres que permitan consolidar un modelo de negocio sostenible y el inicio de una nueva realidad para todas.