De Bellingham a Sergi Roberto: la fechoría del VAR

Iñaki Williams y Sergi Roberto durante el Athletic - Barça de la Copa del Rey 2023/24

Iñaki Williams y Sergi Roberto durante el Athletic - Barça de la Copa del Rey 2023/24 / VALENTÍ ENRICH

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Vaya por delante que no es una excusa por la eliminación del Barça en la Copa, básicamente porque no hay justificación posible a encajar nada más empezar cada partido ni que te metan tres o cuatro goles cada dos por tres. La desconexión táctica y falta de concentración se repiten de forma inadmisible y eso es algo que Xavi no puede despachar en las ruedas de prensa diciendo que lo sabían y lo tenían hablado porque al primero que deja en mal lugar es a él mismo.

Dicho esto, también hay que decir que la jugada más decisiva del partido, el tercer gol del Athletic, es, en clave arbitral, un agravio comparativo sangrante con respecto al Madrid.

Vamos a ver: si el VAR está para dar cobertura a las injusticias, a los favoritismos o, directamente, al robo de puntos a cualquier equipo, mejor que volvamos al sistema de toda la vida. La función del VAR no es retrasar los vídeos hasta encontrar algo a lo que agarrarse para beneficiar a alguien y cambiar el rumbo o, peor aún, el resultado de un partido.

La última fechoría del VAR es tirar de moviola y presionar al árbitro en un tercer gol del Almería en el Bernabéu y callar en una posible falta a Sergi Roberto también en el inicio de la jugada del tercer gol del Athletic.

Es una práctica mafiosa, ya saben, "que parezca un accidente". Todo por salvar al Madrid y a Bellingham ("mira, mira, como le tocan la cara"), nada por el Barça y Sergi Roberto. No digo que fuera falta, pero por lo menos que lo miren. O todos o ninguno. Lo contrario es adulterar las competiciones.