Bartomeu tiene que explicar qué hará con los 222 millones

"O caixa o faixa”  es una expresión catalana que se utiliza cuando hay que tomar una decisión arriesgada, jugándose el todo por el todo. La directiva del Barça se encuentra en una situación similar, una disyuntiva que puede marcar su futuro. La marcha de Neymar, aparte de ocasionar una baja deportiva de peso, abre un problema de grandes dimensiones, ya que a Bartomeu no se le juzgará por la fuga voluntaria del brasileño, sino por la forma como utilice los 222 millones que ahora tiene en caja. Es muy importante acertar con la estrategia a seguir.  ¿Gastar o invertir?  ¿Fichar todo lo que se ponga por delante o reservar una parte importante para reducir la deuda y poder afrontar la construcción del nuevo Camp Nou? Hay que saber si lo mejor es poner todos los huevos en el mismo cesto o repartirlos entre nuevos jugadores  y aumentar patrimonio.

Analicemos el abanico de posibilidades que se abre con la clausula de Neymar. Si dejan los 222 millones en manos de la secretaria técnica, está claro que los dedicarán todos a potenciar la plantilla para tener un equipo que ofrezca las máximas garantías. Si preguntaran a los socios, seguro que una mayoría apostaría por no repetir el caso Figo cuando se dilapidaron 10.000 millones de pesetas en un plis-plas. Si me preguntaran a mí, aconsejaría dejar en caja una cantidad que asegure poder comenzar las obras del Camp Nou el verano del 2018. La coyuntura actual, mas allá de los comunicados, requiere que el presidente Bartomeu explique a los socios la política que seguirá el club con los 222 millones ingresados. Este es un tema de capital trascendencia. El próximo Congreso de Peñas es una magnífica oportunidad para conocer las claves de futuro de la directiva y desactivar una moción de censura que llega con efectos retardados.

Lo que no queremos de ninguna manera es que el Barça vuelva a dar la sensación de que no sabe a quién fichar ni cómo ficharlo. Lo que pasó con Verratti y Bellerín no se debe repetir. Tampoco hay que entrar en la especulación de un mercado que está por las nubes y donde el Barça es visto ahora mismo como el Rey Midas. Si hiciéramos caso de los últimos rumores, los 222 millones volarán rápido. Tomen nota. El Liverpool pide 100 por Coutinho. El Borussia Dortmund dejaría marchar a Dembélé por 90. Y la Real Sociedad exige la clausula de 32 por Iñigo Martínez. ¡Qué casualidad! 100+90+32 suman 222 millones, justo lo que pagó el PSG. Si vamos por este camino, nos van a robar la cartera con la duda añadida de si los nuevos harán olvidar a Neymar. Más que nunca hace falta ‘seny’ y serenidad. Las prisas son malas consejeras. Yo al primero que ficharía es a Iñigo Martínez, porque me parece un central de nivel y experiencia para jugar al lado de Piqué y porque lo ha pedido Valverde, que merece todo el apoyo.