Opinión

El Barça ya ha pasado por este camino: la solución es la cantera

Lamine, Balde, Gavi y Fermín, en Son Moix antes del partido ante el Mallorca

Lamine, Balde, Gavi y Fermín, en Son Moix antes del partido ante el Mallorca / Javi Ferrándiz

El Barcelona vuelve esta semana a Porto, casi veinte años después del debut como profesional de Leo Messi. Ese encuentro supuso el espaldarazo definitivo a una generación que acabó marcando una época en la entidad azulgrana. Antes, como ahora, el Barça era un club en una situación económica terrible que provocó que las puertas de la cantera se abrieran de par en par. Messi fue la guinda a excelente hornada que ha dejado su huella en la historia de la entidad catalana.

Parece que la historia se repite. Las números del Barça no cuadraban por ningún sitio (no es nada normal, e incluso sospechoso, que el Barça haya presentado esta semana el balance de la pasada temporada, cuando esto siempre se hace a finales de junio), se habían efectuado fichajes para paliar la macha de un crack (entonces fue el caso de Figo, en la historia reciene fue la de Neymar) con jugadores que no triunfaron (ni Griezmann ni Dembélé ahora ni Petit y Overmars entonces) y en el banquillo estaban entrenadores que creían ciegamente en la cantera (como es el caso de Xavi ahora o sobretodo Van Gaal y, en menor medida Rijkaard, entonces).

Entraron muchos jugadores de la cantera en el Camp Nou, algunos no pudieron asentarse pero otros (Puyol, Valdés, Xavi, Iniesta y el propio Messi) sí lo lograron. Estuvieron unos años sin ganar nada pero crecieron hasta convertirse en los referentes del equipo.

La situación no es nada diferente a la actual, con Xavi de examinador y de valedor y con jugadores que, día a día, van madurando para convertirse en un futuro no muy lejano en los capitanes del equipo. Es el rol que están asumiendo ahora chicos como Gavi, Araujo, Lamine, Balde y Fermín, otra generación que debe marcar el presente inmediato y el futuro de este club.

Es lo que pasa cuando la crisis económica impide al presidente de turno fichar por fichar, ir a buscar fuera el talento que hay dentro, apostar por jugadores que realmente vivan el club que otros que llegan de fuera solo atraídos por el nombre de la entidad. No es mérito del presidente que haya sino del entrenador que es valiente en dar protagonismo a estos jugadores, en darles minutos de calidad para que vayan creciendo a la sombra de otros hasta poder coger el timón del equipo. Es el proceso en el que se encuentra el Barcelona, un paso previo para dar el salto definitivo. A nivel deportivo, un paso obligatorio y ya vivido.