El 'milagro' demográfico de Croacia y la reconstrucción tras la guerra

La selección croata personifica la ambición y el orgullo de todo su pequeño país

La selección croata personifica la ambición y el orgullo de todo su pequeño país / AFP

David Rubio

David Rubio

Mucho se ha hablado durante el Mundial del mérito que tiene Uruguay por pelarse en la élite del fútbol con solo 3.400.000 habitantes, pero está pasando más desapercibido que Croacia tiene una situación similar y está en la final del Mundial.

Según el último censo, Croacia cuenta con 4.289.889 habitantes; es decir, tres millones menos que Catalunya y poco más de la mitad que la ciudad de Londres. Y recordemos que los balcánicos se han 'cargado' precisamente a Inglaterra en semifinales.

la guerra acabó con casi todo

Afectado severamente por la Guerra de los Balcanes que se extendió entre julio de 1991 y septiembre de 1995, el país ha sabido reconstruirse tanto a nivel de infraestructuras como, sobre todo, desde el punto de vista deportivo.

De hecho, siete de los 22 que se mantienen en el Mundial tras la expulsión de Nikola Kalinic nacieron durante este conflicto bélico: el meta Dominik Livakovic, el zaguero atlético Sime Vrsaljko, los medios Mateo Kovavic (madridista), Marcelo Brozovic y Filip Bradaric, y los atacantes Ante Rebic y Marko Pjaca.

Es más, el acuerdo final de paz no se firmó hasta el 15 de diciembre de 1995, por lo que el único internacional croata que no vivió en persona esta guerra fue Duje-Caleta-Car, el prometedor central del Red Bull Salzburg.

Este conflicto provocó casi 150.000 muertes e hirió gravemente todas las estructuras de la antigua Yugoslavia y los estados resultantes tardaron muchos años en rehacerse.

De hecho, en Belgrado restan varios edificios en ruinas tras la escabechina que provocó la OTAN ante la incapacidad económica de la capital de Serbia para derribarlos y emprender nuevos proyectos de reconstrucción o destinarlos a otros efectos.

medallas en múltiples deportes

Esos poco más de cuatro millones de habitantes que viven en Croacia no solo permiten a este país disputar el domingo su primera final mundialista tras terminar tercera hace 20 años en Francia 1998, sino que también le proporcionan materia prima para sobresalir en múltiples deportes de equipo e individuales.

La selección croata de baloncesto fue plata en los Juegos de Barcelona 1992, en el Mundial de Canadá 1994 y cuenta con dos bronces en el Eurobasket. Y el balonmano croata masculino se ha colgado ya dos oros y un bronce olímpicos; uno oro, dos  platas y un bronce mundiales; y dos platas y dos bronces europeos.

Lo del waterpolo ya es agua de otro costal, ya que el país balcánico lleva siete podios seguidos en los Mundiales (dos oros, una plata y tres bronces), además de haber logrado un oro y dos platas tanto en Juegos Olímpicos como en Europeos.

Para terminar con este relato, Croacia ganó la Copa Davis de tenis en 2005 con Mario Ancic en Ivan Ljubicic, mientras que la esquiadora Janica Kostelic es cuádruple campeona olímpica. Pero... volvamos al fútbol

los jugadores explican el 'milagro'

Tal y como comentó algún periodista croata, este 'milagro' no afecta solo al tema demográfico. "Inglaterra tiene decenas de estadios supermodernos y nosotros no tenemos ninguno, pero estamos en la final del Mundial", indicó este profesional de la radio con mucha razón.

El mayor escenario con el que cuenta el país es el Maksimir de Zagreb, en el que solo caben 37.000 espectadores, seguido por los 35.000 que puede acoger el Poljud de Split. El siguiente, con solo 20.000 de capacidad, es el Gradski vrt de Osijek.

"Somos muy buenos en muchos deportes. Tenemos potencial y muchas ganas de demostrarlo. Nuestro corazón es muy grande y supera lo que pueda caber en nuestras cabezas, es tan grande como Rusia", explicó a SPORT sobre este tema Domagoj Vida en un ruso muy básico.

Por cierto, que el central del Besiktas aprovechó para disculparse a EFE por su inadecuado vídeo en el que loaba a Ucrania con las soflamas que suelen utilizar los ultranacionalistas y neonazis de este país. "Es un error del que hay que aprender. Respeto mucho a Rusia y no volverá a pasar. Mis disculpas a todo el mundo", explicó el central del Besiktas.

Otro que se refirió a este 'milagro' demográfico fue Lovre Kalinic. "Cuando crees en algo común y todo el equipo tiene el mismo espíritu y la misma energía, se puede conseguir todo", manifestó el portero del Gent.

"En Croacia a la gente le encantan todos los deportes y siempre tenemos la mentalidad de demostrar que somos los mejores y que estamos preparados para lo que sea", añadió el suplente del héroe de los penaltis Danijel Subasic.

caleta, el único que no vivió la guerra

Por último, el más joven del equipo y el único que nació después de la guerra, Duje Caleta-Car, también habló sobre este tema. "Tenemos un gran corazón, una mentalidad firme y un deseo enorme de ganar. Y también de darlo todo por nuestra gente y por nuestro país", señaló el prometedor central.

"Cuatro millones de habitantes no son muchos, pero todos los que llegan a la selección croata de cualquier deporte se dejan la piel por estos colores y dan el máximo por la nación. Quizá ésa sea una de las explicaciones. En Croacia hay mucho talento y lo estamos sabiendo aprovechar", añadió el jugador del Red Bull Salzburg.

Por tanto, mucho corazón, un fuerte compromiso colectivo y el orgullo por defender los colores rojiblancos de los 'Vatreni' han servido para que Croacia acceda a la final del Mundial. Bueno, y una elevada dosis de calidad futbolística.