El PSG sufre en Nantes para aumentar su ventaja

Fréderic Martin

Líder indiscutible de la Ligue 1, el PSG arrancó con fuerza este domingo la segunda vuelta del campeonato al imponerse al Nantes, a domicilio, por 0-1. Una victoria sufrida y trabajada que permite al equipo de Emery aumentar su ventaja a 11 puntos sobre el Mónaco y el Lyon, incapaces de pasar del empate en sus partidos.

La baja de Neymar, a la que se le unió las de Motta Pastore, no apartó al conjunto parisino de su hoja de ruta, que pasa por someter a todos los rivales que se le ponen delante. A falta del brasileño, Mbappé tomó una vez más el liderato de un once que ha convertido la Ligue 1 en un monólogo. Hasta ahora, solo el Estrasburgo ha sido capaz de doblegar al PSG en el campeonato doméstico.

Un gol de Di María en el minuto 12 tras un buen pase de Cavani que Mbappé dejó pasar muy inteligentemente, puso de cara el partido al PSG ante un Nantes que hasta entonces se había mostrado sólido y ordenado en defensa y que nunca se rindió.

Los canaris, pese al sello defensivo de Ranieri, trataron de acercarse al área de Areola gracias a su juego combinativo, lo que permitió al PSG salir al contargolpe en cuanto recuperaba el balón. En una de esas, Di María estuvo a punto de marcar el segundo gol, pero remató alto una ocasión que parecía más fácil de materializar que de fallar.

SALA, UNA PESADILLA

El Nantes, presionando fuerte al inicio de la segunda parte, no le perdió la cara al partido y Sala estuvo a punto de lograr el empate, lo que Areola impidió con los pies.

Con el descaro con el que el Estrasburgo superó hace unos meses al PSG, el Nantes convirtió el partido en choque a tumba abierta. Sala marcó en el minuto 60, pero el árbitro anuló erróneamente el tanto del argentino por un inexistente fuera de juego.

El Nantes acabó el partido con diez jugadores al ver Diego Carlos la segunda tarjeta amarilla en el minuto 91 al equivocarse nuevamente el árbitro. Tony Chapron entendió que el brasileño le había derribado a posta y antes de mostrarle la segunda cartulina... ¡le propìnó una patada!

Sufriendo como nunca, el PSG pudo comprobar que no hay enemigo pequeño y que si en la Ligue 1 nadie le discute la hegemonía, en la Champions deberá poner los cinco sentidos para dejar al Real Madrid en la cuneta.