Opinión | EL PATALEO

Decídete, Joan

Xavi Hernández y el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, en la rueda de prensa del anuncio del nuevo acuerdo para que Xavi sea el entrenador del primer equipo para la próxima temporada.

Xavi Hernández y el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, en la rueda de prensa del anuncio del nuevo acuerdo para que Xavi sea el entrenador del primer equipo para la próxima temporada. / Jordi Cotrina

Laporta tiene siete días, ni uno más. Siete días para decidir de una vez qué hacer con Xavi, con el entrenador que dijo que se iba porque no aguantaba más la presión y a los dos meses rectificó y escenificó junto al Presidente su continuidad porque ya tenía ilusión. Laporta no puede perpetuar más allá del partido de Sevilla del próximo domingo una decisión clave en el futuro de un club asediado económicamente y con su gran rival jugando finales de Champions como el que no quiere la cosa. Ni emblemas ni gaitas. No se puede repetir lo ocurrido con Koeman. Si Laporta cree realmente en Xavi, que le deje trabajar de verdad y no con la soga al cuello, con esa desagradable sensación de que un resbalón en un partido o en una rueda de prensa puede acabar con él de patitas en la calle. La derrota en Girona, por el miedo a perder la segunda plaza y por la imagen que ofreció el equipo de Míchel (el fútbol que sueña Laporta para su equipo) y las famosas palabras ante los medios de comunicación han dinamitado la relación casi por completo. Recomponerla se antoja muy complicado. Demasiado. Pero cosas más increíbles hemos visto en este club.

Los errores de Xavi

Xavi también tiene que reflexionar seriamente. Incluso más que Laporta. Tiene que pensar en lo que dijo, en lo que transmitió a los culés y a los rivales: no podemos competir. Como dijo Joan Gaspart en el Podcast ‘Sólo para culés’, debería pedir perdón, rectificar y sonreír. No vale eso de a ver qué pasa el año que viene, ya veremos si podemos estar ahí. En el fútbol hay que tener los pies en el suelo, claro que sí, y la situación económica es la que es, pero la ilusión mueve montañas. Es básica, en el deporte y en la vida. El entrenador del Barça tiene que salir ante la prensa y decir aquí estoy yo, estos son mis jugadores y voy a muerte con ellos. Xavi, hay mucho talento ahí, gente muy joven que va a crecer, que va a coger galones y que va a liderar un proyecto ganador. Lamine Yamal, Cubarsí, Fermín, Araujo, Balde…Y lo que viene por detrás. La Masía, al fin y al cabo. Eso es lo que tiene que ilusionar a Xavi y lo que tiene que trasladar a los aficionados. Y si de verdad no se ve capaz, si de verdad cree que no podrá luchar por todo, que dimita. Total, ya lo hizo una vez.