El PSG regala una victoria sin brillo a Neymar

Neymar asistió desde un palco privado del Parque de los Príncipes a un estreno liguero muy alejado de lo que debió presuponer tras la festivalera presentación con que le obsequió el PSG. El Amiens, novato en la Ligue 1, plantó cara al equipo de Unai Emery, un grupo con más estrellas que conjunto que se llevó el triunfo (2-0) más por lógica que por merecimientos.

El duelo lo decidió  Cavani, goleador cerca del descanso y asistente cerca del final, para ocultar la realidad de un PSG alejado de lo esperado. El uruguayo, en el minuto 42, abrió la lata tras controlar con brillantez un balón que le colgó Dani Alves para recortar dentro del área y rematar cruzado y raso. 

Y el uruguayo, en el minuto 81 y tras recoger un pase profundo de Verratti (probablemente su única actuación positiva en todo el partido), regaló una asistencia mortal para que Pastore marcase a placer, cuando el animoso Amiens aún suspiraba con igualar.

Jugó Verratti (queda lejos su rebelión) en un centro del campo al que le costó horrores hacerse valer frente al empuje y atrevimiento del rival. De hecho el partido fue de ida y vuelta, y la sobriedad de quienes debieran darle pausa ni se contempló. El italiano por un lado y Rabiot por el otro corrieron sin descanso y sin criterio, acompañados por un Motta intrascendente a la hora de conducir el balón.

Ney dio la impresión de divertirse en la grada... Pero no debió ser por el fútbol

Con Di María multiplicándose y Pastore de simple acompañante, Cavani se convirtió en la clave para explicar el debut exitoso en el marcador aunque menos en el juego. El uruguayo... Y Dani Alves, devuelto al lateral pero que fue quien sirvió el balón del 1-0. Sin brillar, que no brilló, el brasileño volvió a ser trascendental para explicar el resultado.

Neymar se divirtió en su palco. Acompañado de los Tois y junto a su padre, el crack brasileño no debió atender demasiado a que este PSG al que debe liderar está muy lejos, hoy por hoy, de lo que se espera.