Samu Sáiz, el mago intermitente del Girona

En Las Palmas, el mediapunta volvió a demostrar que en su mejor versión, es un futbolista diferencial con un talento de otra categoría

Cuando el madrileño optimiza su magia y la pone al servicio del colectivo, el equipo de Míchel siempre está más cerca de ganar

Samu Sáiz volvió a demostrar que, a su mejor nivel, es diferencial en Segunda | La Liga

Samu Sáiz volvió a demostrar que, a su mejor nivel, es diferencial en Segunda | La Liga / Samu Sáiz volvió a demostrar que, a su mejor nivel, es diferencial en Segunda | LaLiga

Albert Isern

Samu Sáiz es uno de esos jugadores talentosos e irregulares a partes iguales. Un futbolista que puede levantar al aficionado del asiento o pasar desapercibido durante los 90 minutos. Sin embargo, cuando el ‘10’ está enchufado se convierte en un jugador de categoría superior. Míchel y la afición lo saben, y es por eso que la exigencia con el madrileño siempre es máxima. Y él es el primero en ser consciente de ello. 

Unos problemas musculares en el pubis obligaron a Samu a retirarse en el tramo final de la jornada 28 ante el Eibar. Tras perderse la visita en Butarque, el mediapunta tuvo algo más de 20 minutos ante el Real Oviedo. La sorpresa saltó cuando, ya recuperado de sus molestias, Sáiz partió de inicio desde el banquillo en el estadio insular. 

El ‘10’ ingresó al terreno de juego al reiniciar la segunda parte junto a Iván Martín, en una clara apuesta de Míchel por acumular talento en el último tercio pasando a un 4-2-3-1. La decisión del entrenador resultó acertada y la contribución del madrileño fue clave en la remontada visitante.

Poco necesitó Samu para ponerse el equipo a su espalda y liderar la reacción gerundense. Sus movimientos -y los de Baena- desordenaron la defensa canaria. Jairo y Nahuel fueron los principales encargados de aprovechar estos espacios, en un contexto de partido en el cual Borja García también pudo brillar más de lo habitual a través de balones filtrados y aperturas a banda para el carrilero zurdo.

Escorado a la izquierda, el mediapunta asistió a Nahuel Bustos en la acción del 1-1 con un toque suave, trazando una línea de pase que solo él vio y que permitió recibir al argentino en posición de remate con toda la portería para él.

Otro futbolista que brilló con luz propia y que también merece una mención fue Álex Baena. El de Roquetas de Mar inició la jugada del 1-2 tras recibir en campo propio, e inició una carrera en diagonal con la que se fue de hasta tres jugadores locales, para abrir a banda izquierda y que Jairo pusiera un centro perfecto con el que Bustos conectó con la testa para darle la vuelta al marcador con un doblete en tres minutos (1-2, 65’).

Míchel es consciente de la importancia que pueden y deben tener este perfil de jugadores en su equipo y sabe que él es el responsable de encontrarles el encaje ideal sobre el verde, aunque como siempre ha defendido el técnico madrileño, “los buenos ya se entienden entre ellos”.

Gran parte de las aspiraciones rojiblancas de terminar el curso a un buen nivel pasan por las botas de Samu Sáiz, un jugador al que se le pide más regularidad, con razón, pero que al mismo tiempo, posiblemente competiría en otra categoría en caso de tenerla.

Su forma de jugar le hace ser impredecible para sus rivales, y si el ‘10’ es capaz de darle más continuidad a sus chispazos de magia en el último tercio de campo y sobre todo, ser más regular en su influencia en el juego, el equipo de Míchel funcionará y la afición disfrutará. De eso no hay duda.