Montilivi, una garantía de buenos resultados

El Girona acumula quince triunfos como local en Primera División desde que Míchel se sienta en el banquillo

En la presente temporada, tan solo el Real Madrid ha logrado arañar algún punto de su visita al fortín del conjunto rojiblanco

Jordi Bofill

Casa siempre es sinónimo de estar bien. Y el Girona no sólo está bien, en Montilivi, sino que está de fábula. Desde el regreso a Primera División, ya con Míchel en el banquillo, el estadio rojiblanco es un seguro de buenos resultados: acumula quince victorias en veinticinco partidos, cinco de seis esta temporada. En la otra etapa del club en la élite, se vivieron once victorias: ocho con Pablo Machín y tres con Eusebio Sacristán.

Este lunes, el equipo de moda del fútbol europeo y líder de la Liga española se reencontrará con su afición en el partido contra el Athletic Club en Montilivi (21.00 horas horas, GOL). Hace muchos días que no coinciden, desde un lejano 27 de octubre. Fue la noche en la que Yangel Herrera marcó en el tiempo de descuento contra el Celta (1-0) para situar al Girona en la primera posición provisional, que el Madrid le arrebató al día siguiente, en el clásico, ganando al Barça. En este periodo de tiempo, la doble victoria en Pamplona y Vallecas ha transformado la provisionalidad en una bonita realidad, batacazos blancos incluidos, que los gerundenses quieren alargar el máximo tiempo posible.

Y, si nos ceñimos a los registros que los de Míchel coleccionan junto a su afición, y sin querer llamar al mal tiempo, la cosa tiene buena pinta. Este curso, en que todo sale bien, porque lejos de Montilivi no se ha perdido, el Girona presenta cinco victorias en seis jornadas. Tan solo el Madrid rascó algo del estadio (0-3), y eso que en los cinco primeros minutos ya habría podido ir perdiendo 2-0. Getafe, Las Palmas, Mallorca, Almería y el ya mencionado Celta no tuvieron nada a hacer.

Esta es una de las virtudes del Girona de Míchel, que ya el año pasado supo traducir su presencia en el estadio en resultados positivos. Diez victorias en diecinueve partidos fue el balance de un conjunto que, como punto álgido, aplastó al Madrid (4-2), en una noche mágica con el recordado poker de goles del 'Taty' Castellanos. También cayeron Getafe, Valladolid, Athletic Club, Sevilla, Valencia, Almería, Espanyol, Elche y Mallorca.

Los tropiezos llegaron en forma de tres empates (Cádiz, Osasuna y Rayo Vallecano) y seis derrotas (Celta, Real Sociedad, Barça, Atlético de Madrid, Villarreal y Betis). Sea como fuere, unos resultados admirables que este año se han mejorado.

El Girona actual, que lleva cinco victorias consecutivas (el récord en Primera son seis, también de este curso, y en total tiene once en doce partidos, descontado el empate inicial), también consiguió, bajo el mandato de Míchel, grandes números en el estadio en el año del ascenso de Segunda a Primera, la temporada 2021-22. Trece victorias, tres empates y cinco derrotas, a pesar de que el hito, en los partidos decisivos, se consiguió ganando en Eibar y en Tenerife, porque el Girona no fue capaz de batirlos en sus partidos a casa de play-off. Hoy, todo eso importa poco.

Los números de Machín y Eusebio

Retrocedamos un poco y recordemos como fue el estreno del Girona en Primera, con un cuatro de seis puntos sonado contra el Atlético de Madrid (2-2) y el Málaga (1-0). Aquel curso 2017-18, con Pablo Machín como entrenador, el balance en Montilivi fue muy bueno: ocho victorias, tres empates y ocho derrotas. Para tratarse de un recién llegado, la cosa prometía.

Especialmente, con la gran dinámica conseguida entre diciembre y marzo, donde los rojiblancos edificaron su primera permanencia con seis triunfos seguidos en casa. Getafe (1-0), Las Palmas (6-0, y hat-trick de Olunga), Athletic Club (2-0), Leganés (3-0), Celta (1-0) y Deportivo (2-0). Un dieciocho de dieciocho que ni Míchel Sánchez ha podido firmar. Quién sabe si este será su próximo reto.

La película de terror llegó con Eusebio Sacristán, donde además de perder la categoría, el Girona ofreció unas actuaciones en el estadio poco estimulantes. Tan solo tres victorias en diecinueve partidos (seis empates y diez derrotas), hicieron que la permanencia fuera inabarcable. La última llegó prácticamente al final de la Liga, contra el Sevilla, permitiendo que la afición soñara de lo lindo, pero una derrota, también en casa contra el Levante, eliminó cualquier opción factible.

Hoy, el Girona 2023-24 sueña con cosas inimaginables. Actualmente, desde su posición de privilegio, no se marca ningún tipo de límite. Sólo piensa en ganar, ganar y continuar ganando. Especialmente, en Montilivi.