El gol se despide de Girona

Stuani marcó el único gol del Girona en la remontada del Athletic

Stuani, máximo goleador liguero del Girona esta temporada / LaLiga

Carles Rosell

Quique Cárcel, director deportivo del Girona, quiere que tanto Cristhian Stuani como Portu cumplan sus respectivos contratos. Es más, así mismo lo dijo unos días atrás. "Me quedaría con ambos", declaró en la extensa rueda de prensa que protagonizó el jueves. Hasta aquí la teoría. Porque luego, la práctica puede ser muy diferente. Mi intención es contar con el número más elevado de jugadores preparados para lograr el objetivo -el ascenso- pero la realidad es que son dos casos que hoy en día nos puede costar tener y los equipos lucharán por ellos". No tardó ni un segundo en matizar sus palabras. Porque Cárcel, como cualquiera con dos dedos de frente en Montilivi, sabe que retener a los dos máximos goleadores de las últimas dos temporadas no será fácil. Es más, parece imposible. Tanto, que en Girona ya se han hecho a la idea que ni uno ni el otro continuarán. 

Quedan semanas y semanas por delante. Mucho tiempo y puede pasar cualquier cosa. Pero a día de hoy, Stuani y Portu están cada vez más cerca de confirmar su adiós. Sus números les convierten en dos de las piezas más apetecibles de un equipo que vuelve a Segunda tras un par de temporadas en la élite. Este tiempo ha sido suficiente para que ambos delanteros demuestren su calidad. Sobre todo Stuani. El uruguayo ha marcado 41 goles en 67 partidos oficiales. Portu quizá no tantos, pero también bastantes: 21 en 74 apariciones. Se quedará el Girona, si nada se desvía de su cauce, sin dos futbolistas que en los últimos dos años han firmado 62 tantos. 

La parte positiva, porque siempre la hay, es que sus respectivas marchas servirán para llenar las arcas del club. Portu se queda ahora con una cláusula de 10 millones de euros. Se ha reducido a la mitad con el descenso. Un precio asumible para alguno de sus pretendientes. Interés por él hay, y mucho. De propuestas en firme, no tantas. Pero una, sobre todo, de muy insistente.

El Celta le quiere sí o sí. Tanto, que abonaría la totalidad de la cláusula y ha aceptado las condiciones salariales del futbolista. Si el traspaso no se ha cerrado ya es porque el delantero está a la expectativa de ver si algún equipo con más potencial en la máxima categoría aprieta las tuercas por él. La Real Sociedad también le tiene en su agenda como relevo de Juanmi, aunque tiene más fuerza la propuesta que le llega desde Balaídos. 

Otro adiós cantado es el de Stuani. También intenta el Girona retenerlo. Hace pocos meses, sin imaginarse nadie que el descenso sería una realidad, el club le renovó hasta el 2022. Era la fecha tope que el uruguayo se puso para alargar su etapa en Montilivi. Después su intención era la de cerrar su carrera con alguna aventura exótica.

Los hechos se han precipitado y ahora se encuentra que, con 32 años y en el mejor momento de su carrera, debe decidir qué hacer con su futuro más inmediato. Posibilidades para hacer las maletas las tiene y en firme. Hay más de tres equipos que están dispuestos a abonar hasta seis millones de euros por él. Que siga se antoja imposible.