Scaloni abre la duda tras la histórica victoria en el Brasil-Argentina: ¿Se va?

"Ahora toca parar la pelota y ponerse a pensar. Tengo mucho que pensar en este tiempo", dijo el seleccionador argentino tras el histórico triunfo en Maracaná

 

Scaloni abre las dudas sobre su futuro

Twitter

SPORT.es

SPORT.es

El seleccionador argentino, Lionel Scaloni, rebajó en parte la euforia tras la histórica victoria de Argentina sobre Brasil por 0-1 en Maracaná al dejar abierta la puerta de su salida. Cuando los aficionados saboreaban uno de los triunfos más sonados de la albiceleste sobre su eterna rival, Scaloni dejó en evidencia sus dudas para mantenerse en el cargo.

El seleccionador argentino aprovechó la rueda de prensa posterior al partido de las Eliminatorias sudamericanas para expresar su estado de ánimo. "Quiero un tiempo para pensar porque esta selección necesita un entrenador que tenga todas las energías posibles", afirmó el técnico que convirtió a Argentina en campeón mundial en Qatar 2022 y campeón de la Copa América en 2021.

El contexto en el que se produjo la declaración de Scaloni no parece gratuito. Fue tras un éxito especialmente valioso para la afición argentina y en la última pregunta de la conferencia de prensa. Fue una auténtica bomba que casi eclipsa la victoria en Maracaná e incluso los incidentes previos en las gradas. Y sin añador más expliocaciones o permitir nuevas preguntas.

"Ahora toca parar la pelota y ponerse a pensar. Tengo mucho que pensar en este tiempo. Estos jugadores nos han dado un montón y necesito pensar", afirmó el entrenador, consciente de que Argentina no volverá a competir en partido oficial hasta septiembre del próximo año.

"No es un adiós. Necesito pensar porque la vara es muy alta", agregó Scaloni al referirse a que cada vez sufre más presiones, sin duda en referencia a la histórica derrota que Argentina encajó el jueves ante Uruguay en La Bombonera.

La victoria de este martes sobre su tradicional rival le permitió a Argentina mantenerse como líder en la clasificación de las eliminatorias al Mundial de 2026 y hundir en una enorme crisis a Brasil, que nunca había perdido tres partidos seguidos en unas eliminatorias y jamás jugando como local.