Dani Alves, contra la víctima: "No sé si tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por las noches, pero yo la perdono"

El futbolista Dani Alves ha concedido su primera entrevista desde la prisión de Brians 2 para 'La Vanguardia'

El brasileño defiende su inocencia y relata que las relaciones fueron consentidas

La Audiencia de Barcelona mantiene a Dani Alves en prisión

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Tan solo faltan unas horas para que cumpla cinco meses encarcelado en la prisión de Brians 2. Los primeros cinco de lo que podrían ser años de cárcel, a la espera del juicio decisivo donde se decidirá si es culpable de violar a una chica en los baños de la discoteca Sutton, Dani Alves permanece entre rejas.

Bajo una gorra que esconde los frondosos rizos del brasileño conocido por destacar en el terreno de juego, Alves atiende a las preguntas de Mayka Navarro para 'La Vanguardia' vestido de riguroso negro, y un rostro cada vez más serio, en luto por su libertad.

Acusado de violar a una joven de 23 años en los lavabos de la discoteca Sutton, Alves ha tratado de defender su inocencia en numerosas ocasiones con versiones que se contradecían entre sí y que ni tan solo consiguieron otorgarle la libertad provisional.

El futbolista cumple condena preventiva desde hace ya 5 meses, después de que la jueza alegase riesgo de fuga y los indicios apuntasen a que era culpable de los hechos. Alves ya ha quemado prácticamente todas las cartas para defender su inocencia, pero ha querido relatar su versión sobre qué paso en ese baño.

La versión de Alves sobre la acusación de violación

El brasileño asegura que la víctima no le pidió que la dejase salir, "apenas hablamos", afirma. Reconoce que él fue quién propuso ir al baño:

"Lo hago porque sé que está ese baño. Llevábamos un rato bailando muy pegados. No nos besamos, ni nada. Pero era evidente por los movimientos y las miradas que había una atracción", y añade: "Hay un momento en que nos estamos acercando mucho. Estamos en un lugar público y aunque mi amigo Bruno se coloca delante todo el rato para evitar que nos hagan fotos, yo le propongo ir al baño. Le digo que entraré primero y la esperaré".

En la parte de arriba de la discoteca hay un sofá junto a una mesa, si querían mantener relaciones sexuales era un lugar más cómodo que un baño, pero el jugador insiste en que el lavabo era el lugar más privado:

"Arriba es un espacio sin privacidad, está todo abierto y yo estoy casado. Aquello que estaba haciendo no lo podía hacer. Entré primero al baño y al cabo de un rato pensé que ella habría cambiado de opinión y que ya no entraría. Estaba tardando mucho. Ya estaba saliendo por la puerta cuando la vi acercarse. Me hice a un lado, pasó junto a mi y luego entró en el baño. Yo entré detrás. Ni cerré la puerta con pestillo. Sabía que Bruno estaba fuera pendiente de que no entrara nadie. Mi amigo sabía lo que estábamos haciendo", recalca el jugador.

Unas declaraciones que confrontan con la versión de la víctima, que relata que no la dejó salir, que la lanzó al suelo y la golpeó e insultó, además en el informe médico encontraron lesiones en su rodilla.

"Nada de todo eso es verdad. Pero allá ella con su conciencia. Ella en ningún momento me dijo que me detuviera. Ni hizo ningún gesto de quererse ir. La puerta estuvo abierta en todo momento, podría haberse ido porque yo permanecí sentado prácticamente todo el rato sobre la tapa del váter", relata el jugador.

Pero las huellas dactilares que encontró la polícia en el lugar de los hechos concuerdan con el relato de la joven y dejan un recorrdio por el espejo y el lavamanos, a lo que el brasileño afirma:

"No sé en qué momento tocó esos lugares. Pero nada de esos movimientos que ella ha contado que yo le obligué a hacer son ciertos y el rasguño es por permanecer de rodillas mientras me realizaba una felación. No hay ni una sola marca en su cuerpo que explique esa violencia con la que ella dice que la moví en baño".

Al salir del baño, las imágenes de seguridad captaron como la joven se derrumbó y se puso a llorar, una reacción que no pertenece a un sexo consentido y Alves declara que no consigue explicarse que le pasó a la joven:

"Pues por más vueltas que le doy, tampoco lo sé. Se me ocurre que hay alguien que le aconsejó mal. Que se sintió mal después de hacerlo, que dio un paso adelante y que ya no ha sabido salir del lío en el que se ha metido y en el que me ha metido. Yo apelo a su conciencia. No ha habido ni una sola noche que yo no haya dormido tranquilo. Ni una sola noche. Tengo la conciencia tranquila. Nunca he hecho daño voluntariamente a nadie. Y a ella aquella noche tampoco. No sé si ella tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por las noches. Pero yo la perdono", concluye el jugador.