Ramis sigue sin convencer

El Espanyol empató ante el Burgos en el partido que cerraba el año (3-3)

El equipo acumula un pobre balance de puntos y no ha mejorado su imagen

Ramis, entrenador del Espanyol, en rueda de prensa

Ramis, entrenador del Espanyol, en rueda de prensa / RCD Espanyol

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El Espanyol estaba obligado a reaccionar en su duelo ante el Burgos para acabar con la pobre dinámica de resultados de los últimos partidos (dos puntos en las tres últimas jornadas) pero los blanquiazules cerraron el último partido del año con un solo punto en el saco (3-3).

Los blanquiazules igualaron el tanto inicial de Appin con una diana de Braithwaite pero antes del descanso Grego volvió a poner a los burgaleses por delante. Sergio Gómez devolvió las tablas al marcador pero cuando el punto parecía estar ya en el saco, Curro arrojó un jarro de agua fría sobre el Stage Front Stadium con el tercero de la noche. Puado, en su carrera por ser el máximo goleador de segunda, devolvió calidez a la fría noche barcelonesa con el tercero y definitivo.

Un empate que no arregla la situación de un equipo que sigue sin convencer y que pone en entredicho el papel de Luis Miguel Ramis al frente del banquillo. El técnico catalán llegó a principios de noviembre en sustitución de Luis García con el claro objetivo de hacer de revulsivo, pero no se ha mejorado ni en nivel de juego ni en situación en la tabla.

Ramis suma siete partidos de liga al frente del Espanyol -debutó con empate contra el Huesca- en los que se han sumado diez puntos de 21 posibles con solo dos victorias hasta el momento. Balance insuficiente para el objetivo del ascenso directo. Un hito que, a día de hoy parece estar aún muy lejos pese a que los blanquiazules han hecho buenos los tropiezos de los rivales para mantenerse en la pelea por el play-off. Tanto, que el puesto de Ramis comienza a estar en entredicho al frente de un equipo que sigue presentando problemas tanto en ataque como en defensa.