El plan de Fran Garagarza para convertir la cantera del Espanyol en un referente

El director deportivo del Espanyol, Fran Garagarza, está implementando un plan para cambiar la manera de trabajar en la cantera del club y recuperar la importancia que ha tenido

Fran Garagarza en la Junta General de Accionistas del Espanyol

Fran Garagarza en la Junta General de Accionistas del Espanyol / RCDE

S.F.

Fran Garagarza llegó a la dirección deportiva del Espanyol a finales de junio y con solo un mes y medio por delante para planificar la difícil temporada que se le planteaba al Espanyol en segunda y con la exigencia de subir a Primera División de nuevo.  

Como es normal, el primer equipo centró los primeros movimientos de Garagarza en los despachos blanquiazules pero poco a poco, el de Mutriku ha podido ir activando el plan de club que pretende cambiar el Espanyol desde el primer equipo hasta los más jóvenes, incluyendo también el fútbol femenino en la ecuación e intentando recuperar un estilo y un sentimiento que conecte el club con la afición. 

El ex del Wolverhampton ha iniciado su trabajo con la cantera proponiendo un plan y un sistema de trabajo pero sobre todo observando y analizando de primera mano la realidad del fútbol base perico. Se puede ver al de Mutriku tanto en los partidos como en entrenamientos de cualquier categoría.  

La propuesta para el fútbol formativo va más allá de tratar de buscar resultados, pero tiene muy claro que el fútbol que se juegue y se viva en Sant Adrià debe ser un referente en Catalunya y en toda España.

Para ello ha instalado una metodología de trabajo en la estructura formativa basada en varios pilares que tienen que permitir que el talento actual encuentre las mejores condiciones para desarrollarse y ser capaces de que los jugadores de otros clubes se sientan atraídos por lo que les puede ofrecer.

El objetivo es dejar un legado que perdure durante años gracias a la creación de un proceso de estabilidad formativa que vaya del plano deportivo al personal, académico y emocional.  El apartado futbolístico es importante y para ello Garagarza ha marcado un estilo de juego competitivo, pero a la vez útil para la formación de los jugadores que permita reconocer al equipo y sea capaz de generar futbolistas en las posiciones que luego podrían llegar a ocupar en el Espanyol B o el primer equipo.

El reto es que el fútbol que practiquen los equipos de la base sea a la vez útil para las competiciones en las que juegan pero aún más útil para los jugadores. Pero si algo define el estilo y el trabajo de Garagarza y que implementó durante diez años en el Eibar es el trato con los jugadores, sean de los equipos profesionales o del prebenjamín.

Esa sensación de crear una familia con los futbolistas no solo está en un marco teórico, Fran ha visitado a jugadores de la base en el hospital e incluso en el tanatorio ante el fallecimiento de algún familiar para certificar que el apoyo no está solo dentro de los vestuarios y terrenos de juego. Además, se ha creado un departamento emocional y de valores con la psicóloga Mar Rovira al frente.  

Otro aspecto que se ha presentado como una de las grandes ventajas de formar parte de la estructura del fútbol formativo del Espanyol es la residencia y los servicios educativos que los jugadores pueden encontrar cuando visten el escudo del RCDE.

La estructura técnica es muy consciente que no todos los futbolistas van a llegar ya no al primer equipo, sino al fútbol profesional o incluso a las filas más altas del fútbol territorial. Una de las nuevas vías para trabajar con los jóvenes es la formación futbolística y detectar si estos jóvenes que no van a culminar su sueño como jugadores quizás pueden ser los mejores entrenadores del futuro.  

Con esto, Garagarza pretende que el fútbol base del Espanyol sea capaz de nutrir al primer equipo pero sobre todo que sea capaz de volver a captar al mejor talento, retenerlo y convertir el paso de los jugadores y de las familias por el Espanyol como la mejor experiencia a la que puedan aspirar. 

QUEMAR ETAPAS CON SENTIDO

En la etapa formativa de los jugadores existe muchas veces una obsesión para subir escalones más rápido de lo que toca y una de las condiciones que se trabajan en el Espanyol desde la llegada de Garagarza es que adelantar categorías a un futbolista no puede ser una herramienta para que un jugador se quede en la institución.

No entienden qué se puede pasar a un cadete de último año al juvenil si luego no hay una opción para él en los próximos años de seguir saltando categorías. Si lo único que provoca eso es que su etapa en el juvenil se alargue un año más generará seguro una frustración en el futbolista. Por lo que bajo la batuta de Garagarza solo aquellos futbolistas con un plan de crecimiento que se prevea acelerado en toda su carrera podrán optar a ese salto.