El Atlético vence, convence y se clasifica para octavos

El conjunto de Diego Simeone certificó su clasificación para los octavos de la Champions tras derrotar al Feyenoord en Países Bajos

Los rojiblancos se impusieron por 1-3 con un golazo de volea de Mario Hermoso y con otros dos tantos en propia portería

Jugadores del Atlético celebran el gol en propua puerta de Geertruida

Jugadores del Atlético celebran el gol en propua puerta de Geertruida / AFP

SPORT.es

SPORT.es

El Atlético de Madrid sentenció este martes su clasificación para los octavos de final de la Champions con una victoria por 1-3 ante el Feyenoord, al que soportó sus potentes primeros diez minutos y al que doblegó con dos tantos en propia puerta y con un golazo de Mario Hermoso. El Atlético rompió una racha de seis visitas sin ganar en el torneo y es el líder de su grupo, algo que deberá consolidar en la última jornada. Necesita al menos un empate en su duelo con la Lazio en el Metropolitano.

El fútbol (o el Atlético) son imprevisibles. Cuando en el minuto 12, una delicia de Griezmann, al contragolpe, dejó solo a Morata en la carrera hacia Biljow, pocos intuían que eso no fuera gol. Su remate fue desatinado. La parada del portero, con la mano derecha, tuvo mérito.

Cuando en el 14, un saque de esquina fue despejado por la defensa del Feyenoord hacia el borde de su área, nadie habría imaginado que eso sería instantes después el 0-1. Menos aún cuando Llorente lanzó un centro llovido. Witsel no se atrevió a ir al remate, pero Biljow dudó lo justo y Geertruida golpeó el balón a su portería.

Al minuto y 43 segundos, Minteh probó a Oblak. De Kuip rugió. En el 8, Hermoso apareció milagroso para negar el remate al propio Minteh. Después, en el 10', el hoy por hoy indiscutible central zurdo fue más allá. Su recurso, con la espuela, fue lo único que evitó probablemente el gol en un córner rematado por Hancko y al que nadie se había atrevido entonces a intervenir.

Controlador el Atlético, de nuevo rematador Morata, que reclamó un penalti, el partido descontó los minutos hacia el descanso al ritmo del equipo de Diego Simeone. Un ejemplo fue la intrascendencia del goleador internacional mexicano Santiago Giménez, autor de 18 tantos en sus 16 partidos este curso. No fue su día. Y se marcó luego un gol en propia puerta.

Palo y sentencia

Al minuto de la reanudación, el poste frustró un remate de volea de Griezmann para responder a la renovada ofensiva del equipo neerlandés, con Ueda ya al lado de Santiago Giménez, con más apariencia que peligro en sus ataques.

No necesitó tampoco intervenir en la primera ocasión de Santiago Giménez, frenado por José María Giménez. La jugada la provocó un error de Witsel. También en la salida, antes de la resolución definitiva del partido y de la clasificación, con un golazo de Mario Hermoso, salvador al principio en la defensa y goleador después en ataque. El 0-2 fue una maravilla, con una volea increíble, en una posición más que compleja, al otro poste. Imparable.

Ya lo parecía el Atlético, que contó más ocasiones en De Kuip. Ya solo se escuchaba a los 1.500 aficionados del equipo madrileño. Primero De Paul, después Griezmann, apuntaron al 0-3. No llegó. Y, de repente, un cabezazo de Wieffer lo reanimó todo en el minuto 77. Lo apagó de nuevo otro tanto en propia puerta instantes después, de Santiago Giménez, en un centro de Molina. Los octavos ya esperan al Atlético.