El sueño cumplido de Pablo Torre

Pablo Torre hizo este miércoles un sueño realidad. Es cierto, su equipo de toda la vida es el Racing de Santander, pero ya desde bien pequeño se sintió atraído por el juego del Barça en aquellos años de Pep Guardiola en el banquillo y Messi, Iniesta y Xavi sobre el césped. El argentino siempre le ha dejado con la boca abierta, con el manchego se le ha comparado por sus giros con balón y el de Terrassa, al que también idolatra, descolgó un buen día el teléfono y le alucinó todo lo que sabía de él. Emocionado y convencido, ese día decidió fichar por el Barça. Este 15 de junio por fin plasmó en el Camp Nou su firma para las próximas cuatro temporadas -con cláusula de cien millones de euros- y se vistió de azulgrana.

“Me sorprendió que alguien como Xavi me conociese tanto. Me explicó el proyecto, lo que quería de mí y estoy encantado de estar aquí”, aseguró el futbolista a los medios del club tras firmar ante la mirada satisfecha de Joan Laporta, y también de Rafa Yuste, Mateu Alemany, Joan Soler, Jordi Casals y José Ramón Alexanko.  

“No me gusta no tener el balón”

Toda una declaración de intenciones de un futbolista al que le encanta “estar en contacto con el balón, no me gusta no tenerlo y lo intento recuperar rápido. Tengo buen trato de balón y me gusta disfrutar del fútbol”. El de Soto de la Marina tuvo en la presentación un tratamiento absoluto de primer equipo, aunque, como ya ocurrió cuando se anunció su fichaje, el club lo difundió por las redes del Barcelona B. “A largo plazo, a todos los jugadores que están en el Barça les gustaría triunfar; a corto plazo, espero darlo todo para poder ayudar al equipo en lo que necesite. Vengo con la máxima humildad, pero también con la máxima competencia y a aportar mi granito de arena”. Arrancará con ficha y dorsal del filial, pero con la pretemporada del primer equipo por delante para convencer, aún más si cabe, a Xavi.

Vuelven los toques... con clase

El cántabro dejó la americana azul marina, la camisa celeste y los pantalones beige para enfundarse la nueva camiseta azulgrana, con ‘Pablo Torre’ escrito a la espalda, y bajar al césped. Balón en mano, le propusieron si quería dar unos toques -ahora es así, no todos se atreven- y lo hizo con toda la clase de un futbolista que destila calidad y ganas de triunfar. 

El Camp Nou estuvo vacío y sin presencia de medios, aunque en un primer momento sí se habló de rueda de prensa, pero fue el contacto que tanto esperaba con el estadio en el que tantas veces se ha imaginado jugar. “Feliz de caer en una institución tan grande” y encantado con una ciudad que ha ido visitando los últimos meses, Pablo reemprende sus vacaciones ya como jugador del Barça... y nuevo socio del club.

Rodeado de los suyos en un día inolvidable

A Pablo Torre la noticia de la firma de contrato -le avisaron el lunes- le pilló en Barcelona, donde había llegado el pasado sábado con dos amigos para ver el piso donde se instalarán. Para la presentación estuvo acompañado de sus padres, Esteban y Maite -que luego fueron al Palau Blaugrana a presenciar el clásico-, su primo Diego y un amigo, Alfonso, que viajó el martes. Los cinco se fueron a comer junto a los agentes del futbolista (AC Talent) tras el acto del Camp Nou y celebrar un día que fue muy especial y emotivo para todos ellos.