Suárez, el único ingreso de la 'operación limpieza’ del Barça

Entre las ventas del uruguayo, Rakitic, Arturo Vidal y Rafinha y las cesiones de Todibo, Wagué, Akieme, Monchu y Miranda, el Barça solo ingresó 8,5 millones el verano pasado

La ingeniería financiera con Arthur y la venta de Semedo maquillaron unas cuentas muy damnificadas por el modelo de gestión de Bartomeu y el coronavirus

Luis Suárez, más pistolero que nunca

Luis Suárez, más pistolero que nunca / Perform

Jordi Carné

Después del desastre de Lisboa, en el que el Bayern espetó ocho tantos a un FC Barcelona que vivió una de las peores noches de su historia reciente, Josep Maria Bartomeu anunció una “remodelación deportiva profunda”. El entonces presidente del club azulgrana reconoció que el zarandeo en el vestuario se tendría que haber producido un año antes –cuando el equipo culé, esclavo de un destino europeo del que hace mucho tiempo que no puede escapar, sucumbió en Anfield–, pero pronunció la fatídica frase “más vale tarde que nunca”, anunció que algunos pesos pesados de la plantilla tendrían que hacer las maletas y previó unas semanas de emociones fuertes, en las que los aficionados tendrían que superar el adiós de jugadores que les habían brindado incontables tardes de alegría en el Camp Nou.

Cuando acudió al mercado, sin embargo, Bartomeu se encontró con una crisis económica de ámbito mundial. No le sorprendió, pues él sabía mejor que nadie que las cuentas del Barça habían sufrido sobremanera las consecuencias de la pandemia.

El coronavirus había situado el negocio del fútbol moderno entre la espada y la pared. Nadie dudaba de que la ventana veraniega de fichajes sería la más atípica en muchos años y, en este contexto, traspasar a futbolistas veteranos con el objetivo de aligerar la masa salarial fue muy complicado. Mucho, hasta el punto que la secretaría técnica se vio obligada a realizar operaciones por un valor notoriamente inferior al de mercado para llevar a cabo una 'maniobra de limpieza’ que el tiempo ha puesto en duda, tanto por la cantidad total recibida como por el rendimiento de alguno de los efectivos que se ‘regalaron’ a la competencia. Los 16 goles de Luis Suárez, por poner un ejemplo, escuecen en Barcelona. Sobre todo teniendo en cuenta que el proyecto de Ronald Koeman no se está mostrando nada contundente en el área rival.

Luis Suárez, el mejor inicio de un 'killer' en un equipo desde Cristiano

Luis Suárez, el mejor inicio goleador en un equipo desde Cristiano / PERFORM.

Entre los traspasos de Ivan Rakitic al Sevilla (1,5 millones de euros más nueve en variables), Arturo Vidal al Inter de Milán (un millón en variables), Rafinha al PSG (3,5 millones en variables) y Luis Suárez al Atlético de Madrid (cinco millones fijos más seis en variables, tal como ha desvelado este viernes el diario SPORT) y las cesiones de Jean-Clair Todibo al Benfica (dos millones fijos), Moussa Wagué al PAOK (gratis), Sergio Akieme al Almería (gratis), Monchu al Girona (gratis) y Juan Miranda al Betis (gratis), el club azulgrana solo fue capaz de ingresar 8,5 millones fijos –de los cuales los cinco de Suárez no se percibieron, pues se restaron de la deuda con la entidad colchonera por el traspaso de Griezmann– más 19,5 en variables, cuyo embolso dependerá del éxito deportivo de los conjuntos de destino de los jugadores mencionados. En el mercado de invierno, el Barça cedió Carles Aleñá al Getafe y Todibo, sin minutos en Portugal, al Niza. Ninguna de las dos operaciones permitió la llegada de ‘cash’ a la cartera culé.

Ingeniería financiera con Arthur

Antes de la disputa de la fase final de la Champions League, la junta directiva de Bartomeu maquilló el ejercicio económico 2019/20 con un intercambio de cromos descarado con la Juventus. La maniobra fue parecida al trueque Cillessen-Neto con el Valencia del verano anterior, aunque en este caso las cifras fueron más abultadas. El Barça vendió a Arthur Melo al club italiano a cambio de 72 millones de euros fijos más diez en variables y, al mismo tiempo, pagó 60 millones más cinco en variables por Miralem Pjanic. La primera cantidad se computó íntegramente en el apartado de ingresos, mientras que el dispendio se dividió a partes iguales en las cuatro temporadas de contrato que firmó el mediocampista bosnio, de 30 años.

Tres ventas para oxigenar las cuentas y un adiós anunciado

El traspaso de Nélson Semedo al Wolverhampton por 30 millones más 10 en variables y los pagos de la Roma (11 millones más 3,5 en variables) y el Getafe (10 millones) para ejercer las opciones de compra por Carles Pérez y Marc Cucurella, respectivamente, dieron aire a la entidad. Los tres jugadores protagonizaron casos parecidos en el sentido de que no formaron parte de la 'operación limpieza’, sino que el hecho de no ser imprescindibles deportivamente y el tener buen cartel les empujó a cambiar de equipo.

El verano del 2020 del Barça finalizó con el adiós de Arda Turan. Después de un período de ostracismo deportivo y de escándalos protagonizados fuera de los terrenos de juego de su país, el futbolista turco se desvinculó del club azulgrana al finalizar contrato el 30 de junio. No hay mejor forma de sintetizar una ventana de fichajes muy particular.