Sor Lucía Caram, premio especial de la 'Gala Culer de l'Any 2019'

Explica Sor Lucía Caram que hasta que no se plantó en Manresa hará 25 años su vínculo sentimental con el Barça era como una relación a distancia. Algo cambió cuando se acercó al club para tratar de impulsar proyectos solidarios. “Los primeros años no estaba tan vinculada al Barça pero luego entré como en una espiral, que es algo muy argentino. Si lo vives, lo vives con mucha pasión”. 

Sor Lucía se ha implicado en esa pasión que siente por ayudar a los demás. Sobre todo a los que están en condiciones muy desfavorables. 

“Sabemos que lo que realmente vale la pena en la vida es que a todos les merezca la pena vivir. Debemos tener conciencia de que muy cerca de nosotros, en nuestro país, no todos, ni a muchos niños, les merece la pena vivir, ya que no pueden hacerlo con dignidad, porque tienen carencias esenciales y básicas”. Con estas palabras presentó el proyecto #Invulnerables junto a la Fundació del Barça. En su obra social ha habido colaboraciones de personajes tan ligados al club azulgrana como Messi y Guardiola. 

Sor Lucía mantiene un gran vínculo con el hermano de Manel Estiarte, Albert (Adjunto a la Dirección general de la Fundació Althaia y director de la Clínica Sant Josep). Y sabe lo que es estar en casa de Valentí Guardiola, el padre de Pep. En esa casa hablaron largo y tendido de la pasión que comparten por el Barça y por el ahora entrenador del City. Valentí tiene un auténtico museo de su hijo en casa y sueña con que su tenga un museo de peso en el futuro. Más allá de su vínculo con el Barça, Lucía Caram es sobre todo una persona activa y un personaje contracultural. Favorable al diálogo interreligioso, al feminismo y a la comunidad LGBT, así como partidaria del uso del preservativo, es una monja dominica atípica. 

Su apertura de miras ha sido ampliamente comentada y muchas veces criticada por sectores conservadores. Pero lejos de rebajar su discurso se ha ido reafirmando con los años hasta convertirse en un personaje de referencia