Historia SPORT

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Ronald Araujo, el central humilde que el Real Madrid no pudo 'birlar'

Aí marcó Araujo el 1-0 en el derbi de canteras ante el Espanyol

Aí marcó Araujo el 1-0 en el derbi de canteras ante el Espanyol / @FCBarcelonaB

German Bona

German Bona

Ronald Araujo se ha ‘currado’ ser el tercer central del Barça. El uruguayo ha ido encontrando obstáculos en el camino superados con personalidad y constancia, y también ha contado con personas clave en su carrera que le han permitido llegar muy lejos.

Sus orígenes son humildes, en el barrio de Mandubi en Rivera, una ciudad fronteriza con Brasil, de donde procede su madre, que vendía tortas fritas con las que ayudaba a Huracán, el primer club de este espigado futbolista que empezó como centrocampista ofensivo, un ‘volante’ como dicen por aquellas tierras. Un ‘10’ con clase que lucía el brazalete de capitán y en octubre de 2015 llamó la atención de su primer ‘ángel de la guarda’, el abogado Diego Ospitaleche.

Primera prueba fallida

Ospitaleche se encargaba no de representar futbolistas, sino de asesorar y buscarles equipo en la capital, Montevideo. Pero no Nacional o Peñarol, los más potentes, otros más modestos. Como se explica en ‘elblogdesenorans’, el destino elegido para el prometedor juvenil fue Rentistas, pero en su primera prueba, en enero de 2016 y de apenas 20 minutos, no le hicieron ni caso a Ronald, que fue junto a un futbolista brasileño y otro que ahora es taxista. Y él era el menos conocido de los tres.

Su asesor montó en cólera y logró que lo volvieran a ver. Y aquí sí deslumbró. Para aparecer su segundo ‘salvador’, Sergio Cabrera, quien le hizo debutar en Primera con 16 años desde Quinta y quien tuvo la visión de retrasar su posición en el campo y hacerlo jugar de central. De ahí sus dotes goleadoras que tanto exprimió García Pimienta en el filial azulgrana cuando los partidos se ponían cuesta arriba.

Incansable en los entrenamientos

Su último club en Uruguay fue Boston River, donde Rubén Silva, el ayudante del entrenador, le hizo mejorar mucho en el remate de cabeza y la anticipación quedándose después de los entrenamientos a practicar. Ronald era el primero en llegar y el último en marcharse, como relatan en ‘Ovación’ .

Antes de fichar por Boston River ya no pasaba desapercibido. El Málaga estuvo en su órbita, y Ramon Planes lo tenía controlado desde que trabajaba en el Getafe. Gracias a este conocimiento del actual secretario técnico azulgrana, Araujo fue a parar al Barça y no al Real Madrid. Porque una semana antes de su fichaje, Ramón Martínez levantó el teléfono desde los despachos del club blanco y llamó al antiguo entrenador del central, Sergio Cabrera, al que conocía porque su hijo Leandro, ahora en el Espanyol, había jugado en el Castilla. Pero Planes ya lo tenía todo atado y Araujo se vistió de azulgrana.