El Barça pierde la magia en el clásico de Montjuïc y Bellingham se encumbra

No pudo ser. Al Barça le sobraron los últimos 25 minutos del partido, que echaron por la borda todo el buen juego desarrollado por los de Xavi hasta el momento del empate. El equipo había llegado al clásico, como el logo de la camiseta de los Stones, con la 'lengua fuera' por las bajas y físicamente, lo acabó pagando.

Dos goles de Jude Bellingham remontaron el inicial del 'viejo rockero' Ilkay Gündogan. Una lástima, merecieron más los de Xavi.

Los viejos rockeros nunca mueren, y si no, que se lo digan a los Rolling Stones. Como Gündogan, toda una estrella también en lo suyo y que con 33 años y más de 500 partidos a sus espaldas, ha llegado al Barça para hacer historia. La empezó a escribir a los 6 minutos de partido, con la 'inestimable colaboración' de Tchouaméni y un mal rebote y de Alaba, retratado en el corte. Derechazo con todo del alemán para estrenar su cuenta como azulgrana.

Intensidad. Esta fue la clave de los de Xavi desde el primer minuto de partido. Ni una concesión al máximo rival. El egarense saltó con un once reconocible y de futbolistas al cien por cien. Lewandowski, Koundé y Raphinha se quedaron mordiéndose las uñas en el banquillo.

Fermín se vuelve a topar con los palos

Intensidad como la que puso Gavi al primer cuarto de hora de partido, dándolo todo, ninguna novedad. Le llegó a Fermín y el campillero la estrelló en el palo. ¡No tiene suerte con los postes! Bendita juventud, debieron pensar, alucinando desde el palco, Mick Jagger, Roonie Wood y Matt Clifford, los miembros de los Rolling Stones, que disfrutaron como niños.

Se comió el Barça al Real Madrid en el tramo inicial. Araujo, de nuevo con el disfraz de Halloween de Antivinicius, Gavi enganchado a Bellingham y la afición rugiendo. Indignación total cuando Gil Manzano no enseñó amarilla de Tchouaméni sobre Gündogan y cuando a Carvajal se le escapó Joao Félix de su marcaje claramente al hombre y le trabó en la frontal. Sigan, sigan...

Posicionamiento. Fue otra de las claves del partido. Un Barça con el partido muy estudiado, ganando todas las batallas metro a metro, quizás el más decolocado fue Cancelo en la posición de interior diestro. Más anárquico el Real Madrid, nervioso y sin encontrar a sus estrellas.

Fermín probó otro de sus zapatazos, esta vez con la zurda. Salió desviado, pero fue otra ocasión a contabilizar para los azulgranas, mientras que por el rival, poco que llevarse a la boca, quizás un disparo de Carvajal al lateral de la red o un flojo disparo de Kroos.

Gil Manzano no señala un claro penalti sobre Araujo

El Barça mereció irse al descanso con una mayor ventaja en el marcador, por juego y por la posibilidad de un penalti claro que Gil Manzano (y el VAR) obviaron en un claro agarrón de Tchouamémi a Araujo a la salida de un córner. Después, sí vio Ferran una clara amarilla sobre Vinicius a la altura de los banquillos.

¡Iñigo, al palo!

Pâreció arrancar el Real Madrid la segunda mitad con más control, Rodrygo disparó alto, pero la respuesta del Barça fue contundente. Iñigo Martínez cabeceó al palo -otra vez los malditos postes- y en el rechace, Kepa se empleó a fondo ante Araujo. En la acción siguiente, entró Camavinga por Mendy.

Subieron las revoluciones. Cancelo rozó el segundo en un chut alto, Gavi hizo de las suyas y todo el estadio coreó su nombre, Carvajal por fin vio la amarilla y entró al césped Robert Lewandowski, otro 'viejo rockero' que siempre está ahí.

Apenas había aparecido hasta ese momento, pero enfrió Montjuïc. A Jude Bellingham, que había estado entre algodones, no se le puede dejar suelto ni un momento, es ciertamente un jugadorazo. Ter Stegen se había empleado a fondo un minuto antes ante otro disparo lejano de Tchouaméni. No estuvo tan atinado ante el zapatazo del inglés.

No se lo merecía al Barça, pero la verdad es que cambió el decorado del partido. El Barça quedó acorralado, flaqueaban las fuerzas y Xavi refrescó con Lamine y Raphinha.

Camavinga pidió penalti de Araujo, el Barça quiso correr y Lewy chutó alto. También Gavi. Se entró en una recta final apasionante en la que el Real Madrid fue más certero y marcó ya sin tiempo para la reacción con otro gol de Bellingham. El toque de Modric fue decisivo.

Palo gordo, pero toca seguir remando...