Raphinha se queda como amo y señor de la banda derecha

Al margen de Lewandowski, Raphinha fue uno de los grandes fichajes del FC Barcelona en el verano pasado. El club azulgrana hizo una gran inversión por el brasileño entendiendo que sus buenas actuaciones y registros en el Leeds United podían ser todavía mejores en el Spotify Camp Nou. Sorprendió que su llegada no viniera acompañada de la marcha de Dembélé, así que les tocó convivir y luchar por ocupar la banda derecha del ataque del Barça.

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A la espera del anuncio oficial del traspaso del francés al PSG, Raphinha se quedará como el amo y señor de la derecha porque Xavi siempre confió en él para ese puesto cuando no pudo contar con Dembélé, que estuve ausente durante mucho tiempo por lesión.

El técnico azulgrana acabó muy contento con el rendimiento del brasileño en su primera temporada en el club. Pese a que en el entorno y en muchos aficionados ha quedado la sensación que a Raphinha quizá le falte un plus de calidad, especialmente en el desborde y en la capacidad de marchar en el uno contra uno, para ser indiscutible, la realidad es que tiene muchos números para formar la dupla titular junto a Lewandowski en el ataque.

Raphinha demostró ser un auténtico luchador la temporada pasada. Titular de inicio en la banda izquierda cuando Xavi apostó por los dos extremos, su rendimiento inicial fue disminuyendo. En una reunión individual con el técnico le pidió que prefería disputarle el puesto a Dembélé en la derecha que no jugar en la izquierda, donde no se sentía cómodo.

El cambio de sistema para pasar a jugar con un cuarto centrocampista no le benefició. El técnico nunca escondió que su debilidad era Dembélé y la apuesta por el francés fue clara hasta que se rompió. En ese momento, le llegó la oportunidad a Raphinha y no la desaprovechó. El brasileño fue decisivo para el equipo con goles y asistencias, llegando a mejorar las cifras de Dembélé. La Liga también lleva su nombre.

Sus cifras

En la competición doméstica acabó la temporada con 7 goles y muchos de ellos fueron claves para que el equipo consiguiera los tres puntos. En la Liga abrió el marcador ante el Sevilla, marcó el 1-2 en Pamplona a pase de Frenkie de Jong, marcó ante el Betis en Sevilla y contra el Valencia y el Athletic firmó los dos goles que dieron sendas victorias por la mínima a los de Xavi.

Pero es que además repartió siete asistencias, algunas decisivas como la que le dio a Lewandowski para ganar en Mestalla, a Pedri para vencer al Getafe o ante el Valladolid para abrir la lata.

En la Copa del Rey, puso de cara la eliminatoria contra el Intercity en Alicante (firmó el 2-3) y dio una asistencia y luego abrió la eliminatoria de octavos en Ceuta en un partido que los azulgrana acabarían goleando. En ese encuentro también dio un pase de gol.

En la Europa League, sacó el córner del gol de Marcos Alonso ante el Manchester United y luego hizo el 2-2. En la Champions League participó en cinco partidos pero no pudo marcar. Si que repartió dos asistencias de gol en el partido contra el Viktoria Plzen.

En su primera temporada acabó con 10 goles y 12 asistencias en todas las competiciones en un total de 50 partidos jugados.

El año de la eclosión

Xavi no se cansó de repetir que con Raphinha en el campo "siempre pasan cosas" pero quizá le faltó mejorar sus registros, especialmente en el número de goles. Esta temporada, ya sin Dembélé, debe ser la de la eclosión definitiva del jugador brasileño. Pese a que en un primer momento se especuló sobre una posible venta para obtener un buen rendimiento económico, hace semanas que su continuidad está más que garantizada.

Raphinha descartó desde un primer momento su regreso a la Premier (el Newcastle lo quería) porque está convencido que con más regularidad este debe ser su gran año. El técnico azulgrana cuenta con él y ahora sin el francés pasará a ser la primera opción para ocupar la banda derecha.