La misión imposible de Rafinha

Rafinha, futbolista del FC Barcelona

Rafinha, futbolista del FC Barcelona / sport

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Rafinha Alcántara lleva muchos años en el Barça, pero muy pocas veces ha podido disfrutrar de lo que significa ser jugador del Barça. El jugador, con contrato hasta el 30 de junio de 2021, vuelve a estar este año en la rampa de salida. El problema es que, al contrario de lo que ocurre con la mayoría de los jugadores de los que cuelga el cartel de transferible, el club está enrocado y no permite que se vaya libre o, por lo menos, a un precio razonable teniendo en cuenta que no ha costado nada y que no cuentan con él.

PRECIO: 16 MILLONES

El Barça pide por el centrocampista 16 millones de euros, una cifra que, en las condiciones en las que se está desarrollando el mercado de fichajes este verano, es inalcanzable para los clubs que han preguntado por él. Dos equipos de la Premier League y dos de la Serie A se han interesado, pero, al conocer las pretensiones del Barça, ni siquiera han vuelto a agarrar el teléfono.  Sí ha habido posibilidades de cesiones, algo que está descartado por todas las partes en este momento. Y es que el jugador ya ha vivido tres cesiones distintas, dos en el Celta y una en el Inter. En todas ha sido titular indiscutible, pero seguía siendo futbolista del Barça. De hecho, el verano pasado se marchó a Vigo en préstamo y, para que eso ocurriera, el Barça forzó a una ampliación de contrato por un año con el objetivo de, este  mismo verano, hacer caja esos 16 millones previstos. Este año, sin embargo, no ha habido propuesta de ampliación.

El club solo tiene previsto realizar un ingreso extra por el jugador y, además, el futbolista no tiene ninguna intención de sumar un año más a su contrato. Su única voluntad es marchase para, a sus 27 años, encontrar el sitio en el que asentarse. Todo apunta, si nadie lo remedia en los próximos días, a que deberá esperar para cumplir sus intenciones. Ramon Planes ya le comunicó que 16 millones le parecía una cifra perfectamente asumible por su potencial y características. El problema es que quienes deben dar el paso no opinan lo mismo. El jugador, por su parte, no entiende que el único ingreso en cuestión de ventas sean los 1,5 millones de euros pagados por el Sevilla para hacerse con Rakitic y, en cambio, un futbolista salido de la cantera no tenga las mismas facilidades.

KOEMAN SE LAVA LAS MANOS

El técnico holandés está absolutamente convencido de que podría obtener un rendimiento satisfactorio de Rafinha. Le ve entrenar a diario y siempre acaba siendo uno de los mejores en la Ciutat Esportiva. Si no le ha convocado es por la voluntad el club de hacer caja con él. De hecho, el jugador, durante el mes de junio, alquiló las instalaciones del CAR de Sant Cugat para prepararse junto a su preparador físico personal, Raúl Cabello. “Está hecho un toro”, aseguran desde el vestuario.

Así las cosas, el jugador ha tomado la firme decisión de quedarse hasta el próximo mercado de invierno. Está dispuesto a sentarse en la gradas tanto como sea necesario para, una vez llegue el momento, negociar con total libertad su salida del Barça porque solo le faltarán seis meses para acabar el contrato. Considera que ha llegado el momento de plantarse.