Òscar López, la otra perla de la cantera del Barça

Hay en la Masia un crack que no lleva pantalón corto, que apenas sale en las fotos ni en los titulares. Uno que está detrás de todos los jóvenes jugadores a los que Xavi Hernández ha dado protagonismo en el primer equipo y que es parte del culpable de que hoy el Barça tenga los mejores valores de futuro. Se trata de Òscar López, entrenador del Juvenil A desde hace tres años y medio.

Ex jugador del primer equipo, combina tanto el aspecto formativo como el competitivo como lo demuestran los muchos jugadores que han pasado por sus manos y los títulos que ya acumula al frente del equipo. Tan apreciado es su trabajo que varios de estos jugadores que ha tenido (Gavi, Lamine o Guiu) han dado el salto directo del juvenil al primer equipo, sin pasar por el filial. De sus manos a las de Xavi.

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El juvenil A, el equipo que dirige, está fraguando unas actuaciones en la Youth League espectaculares, pese a la falta de efectivos que padece. El Barcelona ya está clasificado para la siguiente fase siendo el primero de los 32 participantes en lograrlo, es el único que ha ganado todos los partidos que ha jugado y es el equipo que menos goles encaja de toda la competición.

Todo ello con muchos jugadores a los que él no puede contar con regularidad como ocurrió en el último partido: Apareció en Alemania con 11 jugadores del juvenil B. En la convocatoria había 3 cadetes, muchos juveniles de primer año, unos pocos de segundo y tres de tercer año. El motivo: ocho de sus jugadores, presumiblemente los mejores, están en el Mundial Sub 17 y tiene a varios lesionados. Pese a todo ello, y pese a jugar contra rivales más hechos físicamente, más fuertes y más experimentados (La media de edad del Shakthar Doneskt era de 18 años y la del Barça, 16), el equipo azulgrana es un equipo reconocible, ambicioso y divertido de ver por el estilo que transmite.

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Ex jugador del primer equipo, tuvo una experiencia contrastada en el fútbol de élite (Barcelona, Betis o Lazio entre otros) y ahora es capaz de transmitir sus conocimientos a chicos que apuntan maneras, pero que les falta ese punto para dar el gran salto. Es el caso de, por ejemplo, Victor Barberà, que se destapó tras pasar por sus manos o ahora, un caso más reciente, el de Marc Guiu.

Con Lamine también le ayudó a dar el salto decisivo, siendo importante la temporada en la que estuvo en el juvenil A, tanto por darle muchos minutos como, por otra parte, sentándole en el banquillo para recalcar mensajes esenciales en la etapa formativa.

El Barça tiene a un perla en su plantilla. Y el club lo sabe. Es la razón por la que le han puesto la pasada temporada a Saviola y en la presente a Belletti para que aprendan a su lado, porque sabe que Òscar les cuidará. Cómo cuida a sus jugadores para que lleguen a la élite y cómo hace que su equipo sea un grupo ganador, juegue quien juegue, siempre con el mismo ADN.