Míchel: hijo pródigo de Vallecas y orgullo de Girona
El técnico del conjunto gerundense es muy querido gracias a su manera de ser, su perfecta adaptación y a un juego muy atractivo
Tiene una espina clavada con el Barça: ha perdido los cuatro partidos que ha disputado como entrenador
Pocos entrenadores caen tan bien de pie como Míchel Sánchez en el Girona. Y desde prácticamente el primer día. El técnico del próximo rival del FC Barcelona se ha ganado a los seguidores rojiblancos gracias a su forma de ser, sencilla y auténtica, a su meteórica adaptación y a un fútbol muy atractivo, de buen trato con el balón, que está dando muy buenos resultados.
Míchel y el Girona están cada vez más cerca de cumplir un sueño común: el de mantener al conjunto catalán en Primera División. A falta de 11 jornadas, tiene un colchón de siete puntos respecto a los puestos de descenso y el último triunfo frente al Espanyol en Montilivi fue un paso de gigante hacia el objetivo.
Tres ascensos
Míchel subió la pasada campaña a los gerundenses, que llevaban algunos años quedándose a las puertas de una manera frustrante. Fue su tercer ascenso como técnico, antes lo había logrado con 'su' Rayo (2017-2018) y con el Huesca (2019-2020), aunque en ambos conjuntos fue destituido a la temporada siguiente. En Girona ha encontrado un sitio ideal para trabajar y tiene contrato hasta 2024, aunque tal y como están las cosas, no sería de extrañar que la relación se extendiera más allá.
Y es que Míchel está muy adaptado tanto al club como a la capital. Su hijo, que como su padre juega de centrocampista, fichó por el Juvenil rojiblanco la pasada campaña y en la actual milita en el Girona B, aunque una lesión le ha impedido tener continuidad.
Vallecas siempre será la casa de Míchel, como no podía ser de otra forma. Se crió en un barrio humilde y trabajador y como futbolista fue un ídolo para los de la franja, muchos años desplegando un fútbol técnico y con gran visión de juego. 307 partidos en los que marcó 44 goles. Luego, pasó por el Málaga, Murcia y Almería.
Catalán en las ruedas de prensa
Su forma de ser ha cuajado en Girona. Sobre todo por el detalle de querer aprender catalán y atreverse a hablarlo en las ruedas de prensa, por cierto, cada vez mejor y más fluido. Y porque no lo ha hecho para quedar bien, sino por convicción, para entender mejor a sus aficionados y sus inquietudes.
Míchel y el Girona forman un binomio perfecto. La salvación es el objetivo, pero el técnico es ambicioso y el primero que no renunciará a cotas más altas una vez se consiga el primer objetivo. Paso a paso. Lo primero ahora es el partido del Spotify Camp Nou y sacarse una espina clavada, pues el técnico madrileño ha perdido los cuatro partidos disputados contra el FC Barcelona: 2-3 en Vallecas y 3-1 en el Camp Nou contra el Rayo (temporada 2018-2019), 0-1 en El Alcoraz frente al Huesca (temporada 2020-2021) y ya con el Girona, 0-1 en el partido de la primera vuelta en Montilivi. En cambio, como futbolista del Rayo le ganó tres partidos a los azulgranas.
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