Los métodos de Marcelino resucitan a un Valencia otra vez temible

Sport.es

El Valencia, rival del Barça en las semifinales, es una de las grandes revelaciones del campeonato de la mano de Marcelino. El equipo che ha resucitado con su nuevo entrenador después de un periodo de zozobra en el que la afición de Mestalla ha vivido una auténtica pesadilla.

Tras dos temporadas nefastas, el cambio ha superado todas las expectativas. El Valencia es tercero en la Liga y se ha plantado en las semifinales de la Copa del Rey ofreciendo una imagen de juego atractivo y combativo que satisface a la exigente afición valencianista, volcada con el equipo.

En tiempo casi récord, Marcelino ha revolucionado el Valencia con sus métodos, que dejan poco lugar a la improvisación y mucho al trabajo programado y estricto. Todo gira, en primer lugar, en torno al estado físico de los jugadores.

Los Guedes, Zaza, Rodrigo, Kongdobia y compañía unen a su calidad técnica una preparación excepcional fruto de un casi obsesivo culto a la báscula. La alimentación es la base y una buena dieta (desayunan, comen y a veces hasta cenan en Paterna) se refleja en que todos los jugadores están en el mejor peso posible para rendir a satisfacción. Si no lo hacen, les espera una severa sanción...

Este aspecto será fundamental el calendario infernal que les espera a los de Marcelino (Madrid, Barça, Atlético, Barça y Levante) y que van a afrontar sin miedo. Su gran partido en el Bernabéu les dio confianza al inicio, una confianza que ha ido creciendo hasta el punto de que le plantaron cara al mismísimo Barça en su visita liguera a Mestalla.

El equipo de Marcelino, además, cuenta con calidad ténica y en lo táctico sabe nadar y guardar la ropa cuando conviene y lanzarse al contragolpe feroz a la más mínima ocasión. Lo demostró Santi Mina para salvar la eliminatoria ante el Alavés con un contragolpe de manual y el Barça se encontrará ante un durísimo rival que quiere llegar a la final. Sería la primera de Marcelino tras cuatro intentonas.