Iñigo Martínez y la eterna búsqueda del central zurdo

Tras una temporada con cuatro zagueros diestros, el Barça incorpora al ex del Athletic Club para dotar al eje de la defensa con un perfil diferente

El de Ondarroa se suma a una lista poco afortunada en la que encontramos nombres como los de Milito, Vermaelen, Mathieu, Umtiti y Lenglet

¡El Barça lo acaba de hacer oficial! íñigo Martínez ya es azulgrana

El FC Barcelona hace oficial el fichaje de Iñigo Martínez / FCB

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Con la incorporación de Iñigo Martínez, el Barça logra cerrar un fichaje que lleva tiempo tratando de atar: un central zurdo de garantías. Si bien es cierto que ha habido una larga lista de nombres con este perfil en la historia reciente del club blaugrana, ninguno de ellos ha logrado tener un rendimiento destacable ni una regularidad para recordar.

De hecho, sin ir más lejos, durante la pasada campaña, el Barça contó con cuatro centrales y todos ellos eran diestros: Jules Kounde, Ronald Araujo, Andreas Christensen y Eric Garcia. Para suplir esta carencia, Xavi Hernández apostó por Marcos Alonso como parche en algunos encuentros para contar con este perfil en la salida de balón.

Si miramos los grandes centrales históricos que han vestido la camiseta blaugrana, ninguno de ellos era zurdo: Migueli, Alexanko, Koeman, Puyol, Márquez, Piqué, Mascherano...

Perfiles discretos

Ahora bien, echando la vista atrás, los últimos zagueros zurdos de la historia blaugrana no dejaron huella. Los últimos fueron Lenglet y Umtiti, quienes salieron el verano pasado en calidad de cedidos. Rindieron bien, pero fueron claramente de más a menos.

Anteriormente llegó Vermaelen y de él se llegó a decir que era un futbolista de “rendimiento inmediato”, pero lo cierto es que pasó más tiempo en la enfermería que en los terrenos de juego. Mathieu llegó en 2014 para ocupar el eje central zurdo, pero también el lateral izquierdo. A pesar de algunas apariciones en forma de gol, el francés destilaba una desidia impropia de un jugador del Barça. Milito llegó a la capital catalana en 2007, pero las lesiones tampoco le permitieron demostrar su potencial y nunca llegó a ser competencia en el eje de la defensa.

‘Parches’ aislados

Es, cuanto menos, curioso que los mejores centrales zurdos de la historia reciente culé hayan sido jugadores que, originalmente, ocupaban otras posiciones. Nos referimos a Éric Abidal (lateral izquierdo) y Phillip Cocu (pivote). El francés acabó cambiando su lugar en el terreno de juego, sobre todo, en el último año de Guardiola, en su apuesta por el 3-4-3, en un total de 47 encuentros.

El neerlandés, por su parte, también acabó retrasando más su posición en su último año como culé, acumulando 30 partidos en el eje de la zaga. También, procedente de los Países Bajos, encontramos a uno de los jugadores que mejor desempeñó la función de defensa central y con el izquierdo como pie preferido: Frank de Boer. Estuvo en el Camp Nou entre 1998 y 2003 y fue esencial en los equipos de Van Gaal y Rexach, aunque los éxitos no acabaron llegando. En la década de los ‘90 también llegaron Bogarde y Pellegrino, pero ninguno de los dos será recordado por su rendimiento defendiendo el escudo del Barça.

Gabi Milito, Thomas Vermaelen, Jérémy Mathieu, Samuel Umtiti y Clément Lenglet

Gabi Milito, Thomas Vermaelen, Jérémy Mathieu, Samuel Umtiti y Clément Lenglet / SPORT

Canteranos frustrados

De La Masia también emergieron centrales zurdos, pero ninguno de ellos logró consolidarse en el primer equipo. En el nuevo siglo, el primero que asomó la cabeza con el primer equipo azulgrana fue Marc Muniesa -quien tuvo la mala fortuna de ser expulsado en su debut-.

Le siguieron, posteriormente, Andreu Fontàs, Jorge Cuenca, Borja López o Mika Mármol: todos ellos, sin éxito en el Camp Nou. El último canterano en sumarse a esta lista es Chadi Riad, quien podría iniciar la pretemporada con el primer equipo, después de ya haber debutado bajo las órdenes de Xavi Hernández la pasada temporada.

Así pues, con Iñigo Martínez, el técnico de Terrassa podrá contar con un ‘cromo’ de calidad que era inexistente desde que asumió las riendas del primer equipo culé.