La espectacular estadística de Nadal en tierra batida

El manacorí puede presumir de tener más títulos que partidos perdidos en arcilla

Nadal llega este lunes a Roland Garros

Rafa Nadal, después de derrotar a Zizou Bergs en Roma

Rafa Nadal, después de derrotar a Zizou Bergs en Roma / EFE

Iker Kind

Cuando se habla del rey de la tierra batida, es imposible no pensar en Rafa Nadal. El español, que ha podido saltar a pista en prácticamente todos los torneos de esta superficie, tiene uno de los retos más complicados de su carrera: revalidar por decimoquinta vez el título de Roland Garros.

Las estadísticas hablan por sí solas. El español, a lo largo de su carrera, ha ganado un total de 474 partidos, acumulando una racha difícil de superar de 81 triunfos consecutivos entre los años 2005 y 2007, donde alzó sus dos primeros trofeos de Roland Garros.

Después de conocer estas cifras, es más fácil entender por qué Nadal prioriza en este 2024 jugar los torneos de arcilla. Sin duda, la tierra batida es su superficie fetiche y, además, el tipo de pista en el que se juega más lento, por lo que las condiciones permiten al español defenderse con mayor facilidad a pesar de la falta de ritmo de competición.

El ex número uno del mundo no ha conseguido alcanzar los cuartos de final en ninguno de los torneos de arcilla esta temporada, y arrastra un historial de cinco victorias y tres derrotas en esta gira. El resultado más esperanzador fue el que tuvo contra Álex de Miñaur, número 11 del mundo, al que consiguió derrotar en Madrid por dos sets a cero.

Más títulos que derrotas

Por mucho que estos datos de Rafa en tierra sean espectaculares, existe una estadística que es todavía más increíble. Y es que Nadal puede presumir de tener más títulos que derrotas en tierra batida. Concretamente, el español ha perdido tan solo 48 veces en arcilla durante toda su carrera, por los 63 campeonatos que ha conseguido en esta superficie.

Con este historial, es difícil que Nadal no vaya a intentar un último baile en Roland Garros. Para despedirse del público que le ha visto ganar tantas veces, para probarse a sí mismo en el lugar donde ha mostrado su mejor versión, y para demostrar que Rafa tiene todavía mucho tenis.